• CAPÍTULO 48 •

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48. Grimmauld Place.
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—¿Cómo es que te vas? —preguntó Nina a Fred mientras caminaban por las colinas de césped que Devon ofrecía —, pensé que pasaríamos más tiempo juntos.

Desde su llegada habían podido compartir las vacaciones de modo diferente, sin tener que escribirse y sin tener que esperar por una respuesta. Sólo bastaba con caminar unas colinas para poder reencontrarse y pasar tardes de plática y risas. Ambos magos se llevaban muy bien, se entendían a la perfección.

Era como si la magia conspirara a su favor.

—Yo también, pero puedes ir con nosotros. Sé que mis padres no pondrían problemas— recalcó Fred.

Nina lo pensó por un momento, sin embargo era consciente de que había ido a la casa de su amiga y no podía abandonarla por irse donde su novio. Además que tampoco era tanta la confianza que sentía con la familia aún; sentía que debía rechazar esa oferta momentáneamente.

—No sé si es que mis padres estarán de acuerdo—murmuró —, no quiero dejar sola a Luna, he venido a verla a ella también.

Fred no pudo evitar colocar una expresión de desilusión en su cara. Quería pasar tiempo con Nina y el que su familia se fuera a la nueva casa de seguridad para la naciente Orden del Fénix, le ponía las cosas sumamente difíciles. Sabía que si le proponía a su madre quedarse en casa, ella pondría miles de objeciones y pensaría como madre sobreprotectora.

—¿Cuándo te vas? —Nina interrumpió sus pensamientos—, no tienes porqué dejar de lado tus planes, podemos aprovechar ahora que estamos juntos —sonrió.

—Se me está ocurriendo una idea —dijo Fred y enarcó una de sus cejas —¿quieres conocer la casa de los Black de manera ilícita y totalmente fuera del conocimiento de cualquiera?

—¿Eso es posible? —A ella se le iluminaron los ojos. No conocía mucho sobre la familia Black, pero la cantidad de objetos mágicos y libros que debían haber allí le provocaba que necesitara ir de manera imperiosa.

—Conozco la clave para entrar, así que es posible. Sin embargo nadie debe saberlo, tenemos que decir que iremos a dar un paseo— confesó —mi madre me mataría si se llega a enterar.

—¿Me pides que mienta, Fred Weasley? Creía que los Slytherin teníamos esa fama de maquiavelicos y manipuladores.

Fred enarcó una ceja y posicionó en su rostro una sonrisa arrebatadora que dejó a la bruja algo embelesada. El pelirrojo era capaz de cambiar al mundo con una muestra de su simpatía y con esa mirada dulce que derretía el corazón de la serpiente. Sin embargo Fred era consciente de que era mutuo.

—Me haces sentir mal, serpiente.

—Deberías, pero en esta ocasión te acompañaré en este crímen.

Ambos magos fueron a sus respectivas casas, Nina a la casa de Luna donde esta estaba con sus primas que habían venido desde Irlanda, por lo que no se sintió mal por dejarle en aquella ocasión,le mencionó que volvería a la hora de la cena y que pasearía con Fred para aprovechar de verle en esa instancia ya que después los Weasley se irían a Londres. Por otra parte Fred comentó esta misma situación, trató de evitar a toda cosa la mirada aprehensiva de Molly, ya que sabía lo que estaba tratando de decir.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now