• CAPÍTULO 54 •

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54. «No puedo perderte»
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Nina caminó por los pasillos de la biblioteca hasta encontrar una mesa vacía. Se sentía cansada y con el cuerpo languido, prontamente tendría que rendir el primer TIMO y sentía que en lo que llevaba del año su aprendizaje no estaba siendo muy fructífero en defensa contra las artes oscuras.

De no ser por sus prácticas con Draco no habría aprendido mayormente. Ambos se estaban dedicando a estudiar por su cuenta y así preparar de mejor manera los exámenes, sabían que si le preguntaban a Umbridge no conseguirían mucho.

—No puedo creer que te hayas unido a la Brigada Inquisitorial— le reprochó abiertamente pues se había enterado que este ahora parte de un selecto grupo de estudiantes que ayudaban en el orden y el cumplimiento de las reglas.

—Sólo lo hice porque dijo que nos ayudaría con los exámenes, ya sabes lo que to digo, nena.

—Sí, sí; toda esa basura del fin justifica los medios. Ya me la sé de memoria.

—A veces también lo aplicas, no entiendo porqué te enfadas tanto conmigo.

—No me uniría al grupo de soplones de esa vieja ridícula ni aunque me pagaran—le dijo casi gritando.

Draco solía fastidiar a Nina, pues a pesar de ser Slytherin y bastante amigos, había un mundo de diferencias entre ellos. El rubio no podía evitar colocar sus intereses por sobre cualquier situación y no le importaba realmente su otros salían afectados. Era Nina quien solía tener esa voz interior que le hacía pensar si lo que hacía estaba bien o mal.

—¿Qué haces?

—Intento estudiar, pero hay alguien que no me deja hacerlo—escupió la chica sin intención de ser agradable.

—Bien—sonrió el rubio—, puedo darme cuenta cuando no soy bienvenido. Me iré a donde creo que me prefieren antes que a unos polvorientos libros —recalcó con sarcasmo.

—¿A dónde Astoria?, a esa chica deberíamos hacerle un altar debido a su paciencia contigo.

—Espero que cuando nos toque la ronda estés más agradable, créeme que no quiero estar sintiendo el veneno que estás destilando, ¿estás con tu período?

—¡Oh, veo que por fin asumes que el periodo de las chicas existe! Sin embargo es sumamente machista que lo uses como excusa al no respetar que no todos los días puedo sentirme con ganas de aguantar tus estupideces.

Draco levantó las manos y negó con la cabeza dándose por vencido. Su amiga estaba de mal humor y eso no cambiaría en la brevedad. Hasta ella se percataba de los cambios de humor y de ánimo que estaba teniendo, desde que tenía aquellas visiones su estado de ánimo no era el mismo.

Cerró el libro con rabia y suspiró, no podía estudiar ni concentrarse sintiéndose de aquella manera. Decidió que se daría un respiro y antes de que le tocaran las rondas iría a darse una vuelta al salón que Fred había descubierto para ella. La sala de los espejos conseguía evocar en ella recuerdos y vivencias gratas acerca de cuánto había amado la danza.

Era una buena manera de relajarse, sentir la música y que su cuerpo la percibiera hasta guiarlo a un estado de paz.

Al llegar entró sin dificultades, pero con la varita cerró para evitar que alguien ingresara mientras estaba dentro. Dejó su bolso y sus libros en una esquina, quitándose la blusa y la falda que le incomodarían, pensaba bailar durante largo rato. Su madre le había enviado unas zapatillas cuando le contó mediante una carta que Fred había descubierto el sitio, andaba con ellas en su bolso para cuando tuviera la oportunidad de usarlas no tener que estar yendo hacia la sala común a buscarlas.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now