• CAPÍTULO 10 •

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El Callejón Diagon .
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Las clases se asomaban a la vuelta de la esquina. Otro primero de Septiembre estaba llegando, por lo que la mayoría de los estudiantes de Hogwarts se apostaron en las inmediaciones del Callejón Diagon para poder comprar todas las cosas que requerían para volver a las clases ese año. Chicos iban con sus padres, entraban y salían de las distintas tiendas apostadas allí.

Ese año Luna Lovegood entraría a la escuela, por lo que junto a su padre y los Illich habían ido en conjunto a comprar los elementos necesarios. Nina estaba muy emocionada de que su amiga iba a entrar en Hogwarts y seguía haciendo esfuerzos mentales y rogando para que quedara en la casa de las serpientes.

— Ahora iremos por tu varita cariño. — le comentó Xenophilus, luego de haber ido a Madame Marklin por el uniforme escolar.

— ¿Si la corbata es negra? ¿Cómo puede tener después los colores de las respectivas casas? — se preguntó Luna.

— ¡Oh, estas se colorean solas amiga, después de la elección del sombrero seleccionador tu corbata asimila los colores de tu selección! — contestó Nina — claramente es un encantamiento complicado, aún no descubro como se implementa.

—¿Y las insignias? — volvió a preguntar la rubia mientras caminaban a Ollivander.

— Pues esas no, esas te las entregan una vez que llegues a la sala común, las reparten los delegados o prefectos. — le contó Nina con emoción.

Luna entró junto a su padre a la tienda de varitas y Nina junto a sus padres esperaron afuera ya que dentro habían muchas personas y no querían generar más tumulto. Durante el lapsus que esperaban los aurores saludaron y comenzaron plática con varias personas, algunos eran sus compañeros de trabajo en el ministerio.

Mientras eso ocurría la niña comenzó a observar a sus alrededores haber si Draco aparecía por allí junto a sus padres. Sabía que él estaría algo molesto con ella, no le había visto en todo el verano a pesar de las invitaciones que su amigo había enviado para ella. No era que no quisiera, sus padres se negaban en rotundo de que ella fuera a la casa de los Malfoy sin supervisión. Era sabido de que el padre de Draco era coleccionista de objetos malditos y los aurores Illich querían mantenerla alejada de todas esas cosas tan oscuras.

— ¡Amiga esta es mi varita! ¡Mira!— salió Luna de la tienda con una varita muy extraña. Claramente se asemejaba a su personalidad.

— ¡Cuéntame de qué es! — preguntó con curiosidad su amiga que dejó de buscar a Draco con la vista — es muy extraña.— añadió.

— Pues es de roble, flexible y con crin de unicornio. — respondió contenta al mostrarla, orgullosa.

— Es muy bella. — comentó Nina, tocándola y dándose cuenta de las bellotas que estaban talladas en el mango del objeto mágico.

Ambas niñas se fueron caminando de la mano, en su mundo, dentro de su conversación sobre las varitas.

— ¡Niñas! ¡No se alejen! — gritó Amelie— debemos ir a Flourish y Blotts por sus libros, después pueden ir a pasear un momento si quieren.

Nina al oír el nombre de la librería volvió de inmediato en la dirección en la que su madre les llamaba. Era su oportunidad para observar y poder pedirle a sus padres que le compraran uno que otro libro extra. El grupo de magos se encaminó y se dieron cuenta de que estaba lleno, no sabían porqué habían tantas personas acumuladas ante el mostrador –sobre todo público femenino – hasta que oyeron una particular voz.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin