• CAPÍTULO 44 •

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44. Cambiando contenidos
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...Albus Dumbledore jamás había mostrado signos de molestia o enojo delante de alguno de los estudiantes a menos que este se comportara de manera inadecuada o cometiera algún ilícito que implicara tener que tomar consecuencias graves, tan graves como suspender, expulsar o romperle la varita a alguien. 

Este era el caso de aquello.

Muchacho, lo lamento mucho; no me queda más remedio que tomar cartas en el asunto por el comportamiento que haz tenido— murmuró con la voz serena aunque tuviera que mostrarse severo, en esta ocasión no podía ser indulgente...

Todo había comenzado la noche en que Nina, Draco y Astoria habían estado riendo y hablando sobre las clases, anécdotas que habían ocurrido durante la semana. 

—Creo que ustedes se están llevando bastante bien—señaló Nina con tono pícaro que consiguió incomodar de cierta forma a los chicos que estaban sentados uno al lado del otro en uno de los sofás de cuero negro que estaban dispuestos en la sala común de la casa de las serpientes —Siento que dejaré de comer diablitos picantes y les dejaré a solas— comentó sobándose los ojos debido a que ya estaba comenzando a invadirla el sueño— Me lo agradecen mañana— sonrió. 

Nina se había dado cuenta de que entre ellos estaba surgiendo algo poco a poco, por lo que en momento que podía, trataba de que ambos tuvieran el tiempo de conocerse, había cierta mirada cuando su amigo observaba a Astoria, era como si pudieran estar juntos sin mayor esfuerzo, como si no existieran trabas que los alejaran o reprimieran a una charla agradable. Así que si debía convertirse en una especie de cupido para que Draco espabilara lo haría.

Tras irse a la cama esa noche, pasó una velada algo incómoda; no cesó de darse vueltas y despertar cada cierto tiempo, sin poder conciliar un sueño reparador. A la mañana siguiente le dolía mucho el estómago; claramente haberse comido casi sola un paquete de aquellas chucherías le había pasado la cuenta y ahora debía de afrontar las consecuencias.

—Hey, tienes un aspecto terrible; como si anoche me hubieses traicionado— comentó Pansy con una sonrisita irónica. Nina ignoró el comentario de la Slytherin, pues sabía a lo que se refería. La chica Parkinson  aún resentía el hecho de que ella no la ayudara en la conquista del corazón de Malfoy, por lo que estaba haciendo referencia a lo que había acontecido anoche entre el rubio y aquella castaña.

—No seas rencorosa, sabes que tú eres la que tiene que reaccionar; incluso—contestó mientras se vestía— también deberías agradecerme, así arrancas la ilusión que aún conservas de una sola vez. 

—¿Te encuentras bien? Luces terrible— declaró con ojos inquietantes—No me digas que te acostaste con ese traidor y te embarazó.

La aludida sintió cómo un tenue rubor ganaba lugar en sus mejillas por dicha mención de su amiga. 

—No, creo que eres algo mono temática Pansy— farfulló— Pero temo decepcionarte, sólo es una  gran dosis de diablitos picantes.

— Y de traición. 

—Oh, basta mujer; no seas rencorosa— gimió colocando sus manos en el estómago—Pronto lo entenderás, sabes que esa relación tóxica no iría a ninguna parte.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now