• CAPÍTULO 49 •

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49. La playa de las Ninfas
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Las vacaciones estaban llegando a su fin y con ello todos quienes eran estudiantes de Hogwarts debían preparar sus maletas y esperar para el próximo primero de Septiembre que la escuela abriera sus puertas y que sus muros volvieran a resguardar a todos los magos y brujas y prepararlos en el desarrollo de sus habilidades mágicas.

Los Weasley habían retornado a la madriguera para poder recoger y preparar las cosas para volver a clases. Los gemelos estaban ya en último año, Ron y Ginny en quinto y cuarto año respectivamente. El verano había sido intenso en todos los sentidos; Arthur había tenido que ayudar a Harry en el juicio irresponsable al que había sido sometido y la familia comenzó a preparar el cuartel que Sirius Black les ofreció para refundar la Orden del Fénix.

Los tiempos oscuros amenazaban con reaparecer y había que estar preparados para lo que fuera.

—¡Deben ser más juiciosos este año! —replicó Molly mientras miraba de mala manera a sus hijos que preparaban sus maletas —¡Ni un premio anual! ¡Ni si quiera prefectos!

Los gemelos no habían destacado jamás por su conducta, eran inteligentes y habían desarrollado ampliamente sus capacidades mágicas, sin embargo utilizaban métodos poco ortodoxos que no eran autorizados por el colegio, claramente.

—No puedo creer que todavía tengas fe en nosotros, madre— contestó Fred—. Jamás hemos dado pruebas de que nos graduaremos con honores, no insistas más. 

—Sí mujer— siseó George, uniéndose a la conversación—, será lo mejor para tu salud mental, no son buenas las falsas expectativas. 

La mujer pelirroja puso sus brazos como azas y suspiró, no se rendiría tan fácil con ellos; no por nada había conseguido que sus retoños tuvieran buenos resultados. 

—¡No quiero ninguna mala calificación! ¡Y ni hablar de suspensiones! ¡Tampoco que los envíen a casa!  ¡Ya están advertidos! 

—Madre, sabes que tenemos intereses diferentes— mencionó Fred mientras iba y venía con cosas para guardar en su baúl—, seremos exitosos pero a nuestra manera; ya verás que ganaremos más dinero que cualquiera en el mundo mágico. 

—El dinero no es lo más importante—  le rebatió dándole con el paño de cocina—, quiero que te comportes Frederick; por lo que me cuentas a Nina le va muy bien en la escuela, podrías aplicarte un poco más.

—Ella es excelente, pero sabes que eso no es lo nuestro, madre. Asúmelo. 

Ambos pelirrojos revolotearon por la sala mientras todos arreglaban las cosas para el retorno al castillo. Las vacaciones en el cuartel habían tenido cosas favorables y otras no tanto. Toda la familia había tenido que sufrir del mal humor y del maltrato de Kricher -el desagradable elfo doméstico de Sirius que aún guardaba respeto al fantasma resonante de la señora Black que provenía desde su retrato. Fred por su parte sintió que pudo desarrollar muchos nuevos productos en compañía de su gemelo, sin embargo había echado demasiado en falta a Nina. 

—¿A dónde vas, jovencito? ¿No crees que ya es suficiente de andar parrandeando?

— Iré a ver a Nina a donde los Lovegood, quiero aprovechar el último día de las vacaciones para pasarlo con ella. 

— Está bien, pero no te alejes mucho y no vuelvas tarde. 

Molly confiaba en cómo había criado a sus hijos, no obstante no podía echar por tierra lo enamorado que veía a Fred y eso le preocupaba, él no era racional y podía dejarse llevar mucho por las emociones que sentía en el momento que se presentaran; debido a eso cada vez que podía le mencionaba que fuera respetuoso con su novia. 

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now