• CAPÍTULO 92 •

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92. El resto de mi vida.

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—Voy a dejarles a solas, solamente les pediré que recuerden que aún está convaleciente—comentó Pansy al dejar a los Weasley en la habitación con Fred.

Molly no cabía en su felicidad, al igual que George, quien nunca perdió la esperanza de volver a reír junto a su gemelo, de volver a compartir con él, de volver a mirarlo a los ojos. La familia se había reunido en función a las buenas noticias relevantes a su salud, la principal sanadora del caso de Fred, mencionó que su recuperación estaba siendo notoria, pero que debería mantenerse un tiempo en el hospital para asegurar de que todo estuviese yendo favorablemente para él a nivel cerebral. 

—Fred, sé razonable, hijo. No permitiré que dejes este hospital, es una locura. Las cosas pasarás en el momento en que deban suceder, no te apresures. Estuviste demasiado tiempo en estado de coma, pensamos que no volverías nunca...—dijo conteniendo las lágrimas, apresurándose a secarlas rápidamente, no quería abrumar ni poner más nervioso a su hijo. 

Sus hermanos estaban allí, sus padres, todos demasiado contentos debido a la certeza de que él estaría bien. Algo que no condecía a su estado de ánimo, él quería hundirse en un profundo pozo de desesperación, Nina no salía de su mente, que nadie fuera completamente sincero con él lo estaba matando, sus recuerdos no eran nítidos, sentía como si hubiese estado en una cámara hiperbárica, tal como los astronautas cuando viajaban al espacio, según como hacían los muggles. 

—Por favor—murmuró—, necesito hablar con George, a solas—pidió esbozando una sonrisa. 

—No—dijo su madre de forma rotunda, puesto que sabía cuáles eran las intenciones de su hijo—, tienes que descansar, si quieres que nos vayamos, estaremos afuera esperando a la hora de la comida. 

—Mamá—habló sonando un poco más hosco de lo que pretendía—¿podrías dejarme ser el adulto que soy, maldita sea? Quiero y necesito hablar con mi hermano. 

Habían pasado cinco días desde que había despertado, primero se había sentido sumamente cansado, luego abrumado y con mucho sueño debido a los medicamentos y pociones que estaba consumiendo, después se sintió hambriento en demasía, luego vinieron las interrogantes, por ende, la frustración. Podía ponerse en el lugar de su familia, no obstante ninguno se estaba poniendo en el lugar de él.

—Hijo...

—No quiero que hagas un escándalo, madre. Necesito hablar con George, por favor ¿podrían concedernos algo de tiempo a solas?

Arthur fue quien sembró el sentido común y tomó de forma delicada a su esposa, luego salieron el resto de los hermanos, dedicándole una mirada de advertencia a George y una sentida al convaleciente Fred.

—De verdad, me hiciste sufrir mucho. Creo que en cierta parte ha sido la mejor y la peor de todas tus travesuras— dijo con una sonrisa cómplice.

—George, te pediré algo muy extraño. Pero de verdad no necesito que intentes distender el ambiente, necesito saber porqué todos se comportan como si estuviese muriendo, como si fuera a romperme, porqué nadie me responde las cosas que necesito saber.

—Todos han sufrido demasiado debido a tu estado de salud, ponte en el lugar de nosotros, no sabíamos siquiera si es que ibas a vivir...—dejó la frase sin terminar—, todos nos encontrábamos con el corazón roto Fred, yo estaba así ¿qué hubiese hecho el resto de mi vida sin ti? 

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now