• CAPÍTULO 31 •

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Feliz cumpleaños, Nina.
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La mañana estaba fresca cuando la luz atravesó la ventana de las chicas de Slytherin. Un rayo de sol penetrante provocó que Nina abriera sus ojos poco a poco, molesta por haber perdido el hilo de su descanso. Sin previo aviso, Irina –su gata, quien solía perderse por períodos extensos –saltó a su cama y comenzó a lamerle el rostro y a masajear su cuerpo con sus patas.

—¿Así que recuerdas el cumpleaños de la dueña de tu amor, Iri? —le habló de forma tierna y en voz baja para tomarla entre sus brazos y acurrucarla a su lado. El animal maulló complacido por no ser rechazado después de la ausencia que constantemente dejaba por salir a cazar pajarillos o explorar el castillo.

La chica trató de dormir otra vez y poco a poco se vió envuelta en los brazos de morfeo nuevamente, pues era día sábado y tenía que aprovechar antes de que Draco viniera a echar la puerta abajo como le dijo que haría la noche anterior. Pudo dormir profundamente hasta que luego de una hora más sintió los chillidos de sus compañeras de habitación quejarse.

—¡Vete! No te dejaré entrar —chilló Daphne Greengrass luego de echarle seguro a la puerta con su varita. —¡Nina, quieres despertar y levantarte! No quiero que Malfoy entre aquí, esta habitación es privada.

Pansy no emitió mayor comentario pues claramente le incomodaba en demasía que Draco tuviera ese tipo de atenciones con Nina. Para ella la última era una rival aunque ellos sólo fueran amigos y lo estuvieran recalcando siempre, Pansy detestaba haber sido reemplazada en la vida del rubio sobre todo cuando ella antes era la única chica con la que se relacionaba.

Nina se levantó a regañadientes con el pijama puesto y acomodándose el cabello revuelto que llevaba debido a una larga noche de sueño. Cogió la perilla y de inmediato un chico rubio y de ojos grises se lanzó sobre ella.

—¡Claramente necesitaba con ímpetu ser el primero que te saludara el día de hoy! ¡Feliz cumpleaños, Nina! —mencionó con una efusividad poco común en él.

La chica sintió una sensación cálida en su interior, pues realmente estaba dichosa de ser merecedora de la amistad de Draco y de tenerle en su vida.

—Gracias, Draco; de verdad que no esperaba que lo recordaras, hablamos de esto hace mucho tiempo —sonrió mientras aún estaba rodeada por los brazos del rubio.

—¿Qué crees, que tengo Alzheimer como los sangre sucia? Pues no —dijo tendiendole una caja pequeña con un elegante listón —Espero que te guste.

Nina volvió a sonreír y en eso su compañera Daphne se acercó para saludarle de manera cálida. A pesar de que las chicas en Slytherin eran bastante competitivas entre sí y la rivalidad era lo que más se veía entre ellas, Nina había logrado mantener una buena relación con sus compañeras.

—Ahora necesito bañarme y arreglarme un poco—comentó —¿Me esperarás?

—Bien, te esperaremos con los chicos en la sala común; no te tardes mucho, no porque sea tu cumpleaños permitiremos que te tardes una eternidad.

La Slytherin se duchó de forma rápida y decidió colocarse unos pantalones y un chaleco algo ancho de color negro; tenía que admitir que ya tenía una especie de obsesión por vestir de ese color, le gustaba como su piel destacaba en las prendas. Se peinó el cabello para que quedara liso y acomodó su flequillo con una técnica que había aprendido con la varita observando a Pansy, se colocó además un poco de rubor en las mejillas y un discreto brillo labial.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]On viuen les histories. Descobreix ara