• CAPÍTULO 72 •

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La oscuridad puede corromper al más noble ser humano.
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Había nubes de tormenta en el exterior, durante toda la semana se habían tornado colores grisáceos en el cielo, sin embargo ahora no hacían más que tornarse amenazantes.

No era común ver a Albus Dumbledore en la escuela, últimamente llevaba a cabo muchas salidas fuera del recinto escolar, quedando al cuidado del colegio el profesorado de su confianza y el puñado de aurores que mantenían turnos para proteger las inmediaciones del lugar.

No obstante habían temas que requerían de su atención.

Nina se hallaba sentada frente a su escritorio, mientras respiraba con tranquilidad. Observó la barba larga y muy cuidada que tenía el hombre, cayendo en la cuenta de que la magia no conseguía frenar el paso de la edad en su piel, en su cabello ni en sus ojos.

—Señorita Illich, ¿desea decir algo más a su declaración?

Ella denegó, moviendo su cabeza en sentido negativo. Había sido llamada para dar su testimonio con respecto a la pelea que Harry y Draco habían mantenido en el baño, Narcissa Malfoy había creado tal alboroto, que el director no había tenido otra opción que posponer compromisos con tal de atenderla y quitar la presencia de ella de la escuela.

Puede que aquella mujer no fuera una mortífaga, sin embargo estaba al tanto de todos los movimientos del señor tenebroso y el mago mayor lo sabía perfectamente, no podía arriesgarse a que ella fuera quien comenzara a generar caos en Hogwarts.

—Ninguno actuó correctamente profesor, no obstante quisiéramos ver como estudiantes, que Potter reciba su castigo.

—¿A qué se refiere, señorita Illich?

—Oh, profesor, sabemos perfectamente que Potter es uno de los favoritos del cuerpo docente e incluso me atrevo a decir que de usted, muchas veces se sale con la suya —recalcó —, me gustaría saber que me encuentro en una escuela que realmente es seria a la hora de enfrentar conflictos estudiantiles importantes.

—No tiene porqué preocuparse. Yo confío en su palabra y su usted me dice que todo se realizó deliberadamente y con la intención de causar daño, lo creeré y sancionaré a Harry con el rigor de nuestro reglamento mágico.

—Pues eso me dejaría tranquila.

—Sin embargo. Me gustaría mencionarle ciertas cosas —señaló, impidiendo que la Slytherin saliera del despacho en el momento en que pensaba retirarse.

—¿Ocurre algo, profesor?

—Oh, no. Pero quisiera mencionar que en esta vida todos tenemos un destino trazado, es como si una línea invisible creciera desde nuestro nacimiento hasta el día de nuestra muerte —explicó —, eso es imposible de cambiar, a menos de que nuestros instintos vayan cambiando el curso de las cosas, a menos que nuestras decisiones demuestren quien somos en verdad, nuestras convicciones son lo único que verdaderamente nos lleva a ser quien somos.

—¿Por qué me dice esto, profesor Dumbledore? ¿Acaso es una especie de acertijo?

—No, nada más quisiera hacerle mención que nadie es culpable de las circunstancias. El señor Malfoy ha sido una víctima en este caso y también el señor Potter.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Where stories live. Discover now