Capitulo 39- Nunca te acostumbras a la muerte, solo aprendes a aceptarla.

3.6K 331 1K
                                    

Narrador Omnisciente

La noticia de la muerte del pilar de fuego llego a todos los pilares gracias a su cuervo, para informarle al final al líder de la asociación que suspiró por la muerte del chico, había cumplido con su deber y a pesar de no haber impedido que la pelirroja fuera a ayudarlo... ni siquiera la fuerza de ambos basto para salvarlo.

Ubuyashiki- Era un gran chico, descansa en paz hijo mío... hiciste un gran trabajo nunca podré pagártelo como merecías- Bajando un poco su cabeza hizo una reverencia al aire, aquella que fue imitada por su esposa y las dos hijas que le acompañaban, guardando un minuto de silencio en honor a su fuerza y quien fue en vida.

Amane- Hinaki, Nichika... esperen a su hermana, no la dejen sola, no se debe encontrar bien, yo me encargaré de su padre- Ambas niñas asintieron para hacer una reverencia y comenzar a correr hacia la finca donde estaban seguros que la chica llegaría.

Ubyashiki- ¿Crees que fue una mala idea no haberla detenido cuando la vi irse?- Preguntando hacia su esposa alzó su rostro hacia el cielo sintiendo el calor del sol del amanecer.

Amane- No lo creo, es mejor que estuviera a su lado al final... en lugar de enterarse de esta forma cuando ya no podría verlo nuevamente- Bajando su cabeza tomo el brazo del pelinegro que cerró sus ojos suspirando.

Ubuyashiki- Deberíamos volver nosotros también, se detendrá de hacer cualquier locura si estamos cuando ella llegue- Asintiendo ambos dieron vuelta comenzando a alejarse del lugar donde estaban, sin embargo el pelinegro se detuvo de pronto.

Amane- ¿Kagaya?- Confundida por la acción del pelinegro detuvo también su paso girando a verlo.

Ubuyashiki- ¿Podrías ayudar a sentarme cerca de la cascada?- Guardando silencio extrañada por la petición el pelinegro comprendió que no lo entendía- Esta bien, es solo que acabo de recordar algo- La albina suspiró girando con él para llevarlo cerca de la cascada y dejarlo sentado en ese lugar.

Amane- Me quedaré ¿Hay algún problema?- Sentándose a su lado el pelinegro negó con la cabeza, por lo que la albina giró mirando el lugar entendiendo porque deseaba estar ahí hasta que se sorprendió.

Ubuyashiki- Deberías haber ido a que te curarán primero- Frente a ellos del otro lado la pelirroja había aparecido caminando recargada de un árbol, con heridas considerables por todo su cuerpo, para caer de rodillas contra el suelo.

Amane- _____- Al verla caer de esta forma intento levantarse para ir hacia ella, pero su esposo la detuvo de la mano negando con la cabeza, para jalarla de nuevo en busca de que se sentará a su lado, mientras la pelirroja mantenía su rostro hacia el suelo con la mirada perdida.

Ubuyashiki- Somos tus padres... si no eres libre con nosotros... nunca lo serás con nadie- Con esas simples palabras la pelirroja comenzó a llorar cayendo contra el suelo, preocupando a su madre que evitando levantarse apretó sus puños, al tiempo que el pelinegro le sonreía.

No hace mucho habían regresado los kakushis con los cazadores y el cuerpo del rubio para su próximo entierro, por lo que debía aceptar que la pelirroja duró bastante tiempo antes de ir a ese jardín donde nadie fuera de la familia lograba llegar.

_______- Fui una inútil... no pude hacer nada... ni salvarlo... ni matar al demonio... ni siquiera a poco tiempo del amanecer... fui una inútil- Entre llanto repetía esas palabras una y otra vez, algunas de sus heridas comenzaban a cerrarse, pero otras no mostraban la misma reacción, la daga cerca de su corazón dolía, pero no tanto como la impotencia que la recorría.

Sus dos padres solo la miraban, aunque podrían darle la respuesta que la calmará... no lo harían ya que la pelirroja debía llegar a ella por si sola, eran estrictos con ella, pero, solo de esa forma podrían hacerla fuerte ante esto, el pelinegro se levanto ayudando a la albina, para ambos acercarse hacia la pelirroja.

Flores de Sangre [Kimetsu no yaiba × Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora