Capitulo 54- Límite

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>>Dos meses después<<

 [POV ________]

Había pasado un largo tiempo desde que aprecié el aroma del bosque y el sonido de las espadas siendo hechas y afiladas llegando a mis oídos, no podía observar con detenimiento el lugar en donde me encontraba, pero el ambiente que lo rodeaba me dio una pista suficiente clara del mismo.

Recuerdo que la primera vez que vine a este lugar me quejé de lo ruidoso que era... es gracioso que ahora lo escuchó como un sonido de fondo solamente y el ruido apenas me es audible.

Caminando sin un rumbo fijo más que seguir aquel camino de tierra por el cual iba pisando y del cual pequeñas nubes de polvo se elevaban al pisar con firmeza, era algo extraño, no era una temporada particular en la cual se desarrollaran las polvaredas y los herreros mantenían su lugar de trabajo siempre bastante bien conservado, pero al ir caminando más pude darme cuenta que algo extraño pasaba nuevamente.

El pueblo que ya debería haberse visualizado incluso desde hace unos metros atrás, seguía sin aparecer, ¿Acaso estaba desconcertada? Girando hacia el sendero por el que había caminado en busca de algo extraño en mi recorrido mental, pude verlo todo en orden, pero al girar nuevamente hacia adelante las casas de todos los herreros ya se encontraban a mi vista ocasionando que por inercia detuviera mi paso y al girar hacia la parte de atrás, ver que ya llevaba un rato caminando por el pueblo internamente.

¿Qué rayos significaba esto? Hace menos de un segundo ni siquiera era capaz de visualizar la entrada y ahora resultaba que de hecho ya había caminado un rato por la aldea, poniendo una mano sobre mi cabeza solo pude masajear mis ojos.

Quizás estaba demasiado absorta en mis pensamientos y debido al poco tiempo que he tenido para descansar últimamente, es probable que realmente quedará atrapada en el laberinto que habían creado los herreros para protegerse.

No era algo descabellado si se veía de esa manera, además al ir sin guía esta clase de cosas podían pasar frecuentemente, alzando mi vista y caminando hacia adelante en busca de la casa de Haganezuka el grito de un niño pequeño muy semejante a la voz de Inkororoko me hizo girar rápidamente hacia dónde es que se había oído detrás mío, pero al girar me quedé totalmente paralizada en mi lugar, toda la aldea era un desastre completo de pies a cabeza.

Habían demonios saliendo de todos lados y las personas salían corriendo en mi contra empujándome y chocando contra mi haciéndome retroceder debido a los golpes que se daban en mi contra al estar huyendo y yo estar en medio, por lo que al ver como varios demonios se acercaba hacia la multitud de inmediato procedí a desenvainar las dagas que tenía en mi uniforme, solo para darme cuenta que al contrario del principio... ¡¡EN ESTE MOMENTO LLEVABA UN KIMONO UNICAMENTE!!

Mirando en shock el cambio tan drástico de mi vestimenta, pude darme cuenta que en mi mano lo único para defenderme era la espada astillada que aún no había reparado por apenas haber llegado.

Al ese no ser el momento de ponerme a pensar en nimiedades, rápidamente poniendo mi mano sobre su vaina al estar a punto de desenvainarla para proteger a todas las personas a mi alrededor, una potente corriente de aire mandó a volar a todas las personas despegándolas del suelo.

Mis pies estuvieron a punto de flanquear y hacerme volar a mí también, pero pisando con una mayor fuerza mientras toda la tierra y el polvo se elevaban por los aires arrastrando a cuantas personas estuvieran en el camino, enterré mis pies en el suelo para afianzar mi agarre cubriendo mi rostro con la parte larga en las mangas de mi kimono, en ese momento justo un pequeño niño con una máscara característica de la aldea salió volando hacia el cielo a mi lado, por lo que extendí fuertemente mi mano para tomarlo de la ropa y evitar que se fuera volando.

Flores de Sangre [Kimetsu no yaiba × Tu]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt