Flores de Sangre [Kimetsu no yaiba × Tu]

Capitulo 1- Comienzo

Narrador Omnisciente

Una pequeña niña de cabellos rojos escarlata, con ojos carmín, caminaba tranquilamente hacía una cabaña cercana a un pequeño pueblo con un ramo de flores del infierno entre sus manos dulces.

- ______ No deberías de salir sin un abrigo sabes que tu salud es delicada en este tiempo- dijo una mujer mayor mientras caminaba hacía ella rápidamente con la prenda superior de un kimono invernal.

_____- Mira mami encontré estas flores cerca del rio- levanto las manos con ellas mientras se quedaba quieta en su lugar esperando a la mujer.

- Si querida son muy lindas y todo pero no debes de salir con este frío- regaño la adulta mientras la tapaba con el abrigo y regañaba con cara seria.

_____- Perdón mami- la pequeña niña solo pudo bajar la cabeza en señal de disculpa, a lo que la mayor de cabello rojo solamente suspiro rendida.

- Solo entremos a la casa- dijo tomandola fuertemente del brazo para arrastrarla dentro de la cabaña, la niña no hizo más que seguirla mientras sostenía las flores en su otra mano, "Si tuviera un cuerpo más sano podría jugar con los demás niños del pueblo" fue lo que pensó una vez entraron a su casa.

Después de que llegaran a la casa y cocinarán juntas la cena, la puerta de la cabaña se abrió despacio mostrando a un hombre alto, de cabellera negra y un kimono negro con rojo.

- Ya llegue- esa voz sobresaltó a la pequeña y sacó una sonrisa por parte de la adulta, a comparación de ella la niña salio corriendo rumbo a su padre- Hola ______ Ven a darle un abrazo a tu padre- el hombre de ojos carmín se arrodilló ante la más pequeña para abrazarla.

_____- Hola papi- fue lo único que dijo una vez que este la cargo para abrazarla mejor, si bien la más eufórica en la familia no era la niña era cariñosa a su manera.

- ¿Como te has portado hoy?- la niña solo se oculto ante la atenta mirada de su padre- _______- la madre de la pequeña fue la que termino respondiendo.

- Salio de la casa sin abrigarse y peor aún se fue sola hasta el rio- enojada se cruzó de brazos para regresar a la cocina.

- _______ Sabes que no debes salir sola y mucho menos sin abrigo del frío hasta el rio- la niña agachó la cabeza a lo que su padre suspiro- Bien no lo hagas de nuevo mañana no trabajaré para pasar el día contigo y tu madre- le dio un beso en la frente y la dejo en el suelo- comamos mejor- la mujer trajo platos depositandolos en la mesa y juntos comieron.

Después de eso el padre tomo a la niña y la llevo hasta su habitación para acostarla.

- Buenas noches linda- le acerco un plato hondo con un liquido violeta en su interior- Vamos toma tu medicina de glicinas- la niña se sentó en la cama y bebió todo el contenido del plato- Muy buena niña, descansa- la arropó y apagando la luz bajo.

La niña no tardo en quedarse dormida, no sabía porque esa medicina siempre la dejaba bastante cansada, pero esta vez era distinto el efecto era más fuerte casi asfixiante, por otro lado el padre que observaba desde el otro lado de la puerta, la cerró completamente para bajar con su mujer.

- Cariño ¿Ya se durmi...- la mujer no termino la frase para cuando soltó los platos hacía el piso, mientras sangraba de la garganta- C-Ca-r-ri-ñ-ño- el hombre la soltó dejándola caer en el suelo frío mientras la miraba de pies a cabeza.

- Ya me canse de fingir, serviste en su momento, pero ya no eres útil más que como alimento- el hombre se limpio la sangre de su boca y giró tomando un cuchillo de la cocina.

- P-Por-F-Favor _-___-___ n-no- la mujer arrastrándose, suplicaba por la vida de su hija, recibiendo solo una mirada fría de su esposo- ¿Q-Qui-en t-te h-hi-z-zo es-to M-Mu-zan- el hombre se agachó quedando a su altura y la tomo por el cabello.