13. Se me juntó el ganado ¿Qué diantres significa eso?

63 14 10
                                    

Ariel y Paimon eran dos personas agradables, por lo que entendía ambos se llevaban bien conmigo ¿Eso no debía significar que ambos se llevarían magnífico? Eso esperaba yo, pero ellos tenían otra idea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ariel y Paimon eran dos personas agradables, por lo que entendía ambos se llevaban bien conmigo ¿Eso no debía significar que ambos se llevarían magnífico? Eso esperaba yo, pero ellos tenían otra idea.

—¿Y qué se siente trabajar para que las almas sean torturadas por toda la eternidad? —preguntó Ariel.

—Es gratificante ayudar a la justicia divina ¿Cómo es trabajar para el archivo? —preguntó Paimon con una extraña amabilidad.

—Se siente bien cuando hay compañía agradable—dijo el ángel poniendo su mano sobre mi hombro—. Por cierto ¿Cuándo me acompañaras a tomar el helado del que hablamos el otro día,  Haniel?

—Antes de la jornada de recolección de almas siempre estoy desocupado —murmuré.

—Si vas deberías probar el helado de menta con chocolate, es el mejor en mi opinión —sugirió mi amigo demonio.

Le sonreí, si el lo decía probablemente lo fuera. La tensión estaba bajando, Paimon al parecer había decido ignorar la mala actitud de Ariel de un principio.

—¿Los demonios comen helado? Yo creí que solo bebían sangre humana —bromeó Ariel.

Paimon se rascó la nariz con fuerza.

—Eso es un bulo, comemos comida normal, no hacemos nada extraño —respondió con un tono de voz extrañamente amable.

—Ustedes solo disfrutan la miseria ajena y son la manifestación física de la maldad, solo eso, algo casual —dijo Ariel ladeando la cabeza.

Eso era bastante grosero.

—Creo que deberías revisar mejor tus fuentes —respondió el demonio rascando su nariz nuevamente.

—Bájame el tono,  por favor —dijo el ángel—. Todos los demonios son tan salvajes, ten cuidado —me susurró lo suficientemente fuerte para que Paimon también escuchara.

Tomé a Ariel del brazo y nos alejé del lugar.

—Por fin nos vamos ¿Te estaba incomodado él? Menos mal llegué a ayudar.

—¿Qué? No —dije desconcertado— Fuiste muy grosero ¿Qué te pasa? Siempre habías sido amable antes.

—Soy amable siempre, solo fui honesto, es un demonio —dijo rodando los ojos.

—Tu honestidad se basa poca empatía y en ignorancia porque tu no lo conoces y no eres quien para hablar mal de él —dije apuntándole con el dedo.

—¿Y tú si lo conoces acaso? ¿Cómo sabes que no te está mintiendo? Esta en su naturaleza, son engendros del mal —gruñó.

—El es mi amigo —espeté enojado.

—Creí que nosotros íbamos a serlo también, incluso… —no terminó la oración.

—Podemos ser amigos cuando no insultes a los míos —dije dándome la media vuelta.

Ángeles y demonios se besan en el PurgatorioWhere stories live. Discover now