Ángeles y demonios se besan en el Purgatorio

Epílogo

(hay un capítulo antes)
Por Paimon

—Está llegando, por favor no me pongan en vergüenza —suplica Aurelia nerviosa.

—Relájate, todo saldrá bien —la tranquiliza Haniel.

Aurelia había estado saliendo con una chica desde hace un mes y medio, ayer se hicieron novias y por fin la invitó a tomar once al departamento. Ni Haniel, ni yo la conocíamos, evitaba llevarla a casa, así que me generaba curiosidad.

La muchacha llega, así que todos nos sentamos a la mesa.

—¿Y a qué se dedican? —nos pregunta.

—Trabajo de vendedor en una tienda de por acá y hago algunos trabajos de traducción a pedido —responde Haniel—. Estoy pensando en entrar a estudiar pedagogía en inglés o en lenguaje el otro año, pero no sé si me daría el tiempo para estudiar y trabajar a la vez.

—¿Qué idioma hablas?

—Todos —responde mi ahora novio por inercia, arrepintiéndose de lo que dice al instante.

—Yo igual soy vendedor junto a Haniel y además estoy haciendo unos trabajos de modelaje después de que prácticamente me obligaran a ir a castings —digo intentando cambiar de tema.

—Es que, Paimon, tienes que sacarle dinero a esa carita toda preciosa que tienes —me dice el hermoso rubio a mi lado.

—Ustedes tienen nombres raros igual que Aurelia. Suenan medios bíblicos —rie—. Y una que se llama Juliana no más.

—Es que somos de Talca, cosas raras talquinas supongo —dice Haniel algo nervioso mientras se acomoda el cabello, dejando al descubierto sus puntiagudas orejas.

Juliana abre mucho sus ojos.

—Tienes las orejas igual que Aurelia.

—Es que nos las operamos juntos —responde su novia con rapidez mientras me mira con una cara que grita "ayuda".

—Sí, sí, locuras de adolecente —digo levantándome y tomando la mano de Haniel—. Yo creo que hace falta comer algo dulcecito ¿Vamos a comprar  unos pastelitos Hani?

✨️✨️✨️

—Eso fue incómodo —me dice Haniel mientras caminamos por la calle.

Procuro mirar a los alrededores y asegurarme que la calle este vacía antes de tomar su mano. La Tierra tiene muchas cosas buenas, pero he ido descubriendo todo lo malo también. Cuando éramos seres eternos era complicado estar juntos porque un montón de tontos pensaba que los ángeles y demonios no podían estar juntos y aquí debíamos tener cuidado de que no nos hicieran nada solo por ser dos hombres enamoados.

—Fue muy incomodo —respondo—. No sé como hará Aurelia para mantener una relación cuando la mayoría de las cosas que cuenta sobre su vida son mentiras. Digo, no es como que pueda decir: si, lo que pasa es que durante 20 años fui un ángel y por eso es que no tengo familia, ni la mayoría de las experiencias humanas normales. La tacharía de loca y adiós romance.

—Agradezco tanto tenerte y poder compartir toda esta locura de la humanidad contigo. Agradezco compartir mi vida contigo, lo bueno, lo malo, los domingos de flojera y las mañanas sin energía los lunes. Gracias por enfrentar a la gente desagradable del trabajo y por tener fe en mi. Gracias por despertar a mi lado cada día.

Revuelvo su cabello, había comenzado a crecer desde que estábamos en la Tierra, una muestra más de como el tiempo aquí si corría.

—¿Por qué tan cursi de la nada ricitos? —pregunto curioso.

Me mira ofendido.

—Abro mi corazón y me tratas de cursi, malvado. Hoy se cumple un año desde que llegaste a la Tierra.

Cierto.

—Un año, como pasa el tiempo —suspiro—. Cada año nos hacemos más viejos aquí.

—Y algún día moriremos. Sé que elegimos esto y sigo pensando que fue la mejor decisión, pero aún así es aterrador —dice mi novio.

—Supongo que está bien, si no tuviéramos miedo, si no nos aferramos a la vida con fuerza ¿Qué valor tendría esta? Yo estoy aterrado, todos los días pienso que podría perder esto, perderte de alguna manera. Así que intento aprovechar este tiempo mortal —lo miro fijamente a esos maravillosos y dulces ojos castaños—. Haniel, quiero pasar toda mi vida contigo y envejecer a tu lado.

—Yo deseo lo mismo, en algún momento, cuando nos sintamos lo suficientemente maduros, me gustaría casarme contigo, tener hijo, un perro y todas esas cosas —dice acariciando mi rostro—¿Es muy cursi lo que estoy diciendo?

—Bastante —digo sonriendo como bobo—. Supongo qur me vuelve algo cursi querer lo mismo.

—Es que lo eres.

—Cállate ángel bobo —le respondo.

Lo beso, me encanta besarlo, me encanta como mi piel fria se derrite ante su calor. Me encanta su olor a menta, sus labios color frambuesa, como siento que con cada momento que pasamos parece que lo amara más. La noche esta estrellada, la luna brillante nos acompaña.

Como demonio nunca pude pisar el cielo, pero como humano aquí en la Tierra había encontrado mi propio paraíso.

Fin.

Última nota de la autora:

Hemos llegado al final de esta historia, lamento haberme demorado tanto en estos últimos capítulos, pero bueno, cosas que pasan, bloqueo escritor+uno que otro problemilla de salud mental, pero aquí estamos, es el fin.

¿Habrá otro libro? Hay algunos temas de Orion, Gabriel y de Aurelia que no los pude cerrar al 100%. Tengo algunas ideas para historias con estos personajes, pero realmente nada concreto, así que no descarto alguna continuación/spin-off en el futuro, pero no prometo nada y si es así sera en un futuro más bien lejano.

La historia de Paimon y Haniel que yo debía contar quedó aquí. Les tomé mucho cariño a estos bobos, le tomé mucho cariño a su amor y a sus crisis existenciales, ya que comparto muchas de estas con ellos y el poder ponerlas en texto me ayudó a entenderlas más, entre estas el terror que le tengo a la incertidumbre de la muerte, puedo estar un poco más en paz con esto.

Este es un libro que con sus cursilidades y algo de cringe me sacó muchas sonrisas mientras escribía y espero que también les haya hecho aunque sea un poquito felices.

Este es un libro sobre los sentimientos, sobre la aceptación en diversos aspectos de la vida, pero sobre todo, trata del amor, el amor de pareja, de amistad, el que debemos tener hacia nosotros mismos y a las pequeñas cosas que componen la vida.

Es la segunda vez que termino un libro, pero la primera vez que es autoconclusivo, que se que ya no volveré a tener como protagonistas a los mismos nunca más y es díficil decir adios.

Así que adios a este libro que no me dió muchos lectores, pero si mucho más que eso.

¿Quieres seguir leyendome? Puedes ver mi instagram @julieta_jacktter o chequear mi perfil de wattpad, tengo otra historia llamada "La no Elegida y la luna de sangre" que es la primera parte de una dulogía de fantasía.

Ojalá puedan votar y comentarme o preguntarme lo que quieran de la historia.

Ya no me queda más que decir, gracias por esas lecciones de humanidad Haniel y Paimon.

‐Besitos gays, Juli