28. Besos adormilados

43 9 9
                                    

Amaba a Paimon y el me amaba a mi, no lo podía creer ¿Estaba soñando?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Amaba a Paimon y el me amaba a mi, no lo podía creer ¿Estaba soñando?

—Si le dijeran al Haniel de hace unos meses que todo terminó así, no me creería nada —reí.

—Probablemente le daría un infarto el saber que en un tiempo tendría un demonio enamorado de el dándole besitos —susurró Paimon en mi oído.

Luego de habernos confesado, habíamos vuelto a su habitación. Y simplemente nos recostamos sobre la cama y hablamos, de tonterías, reímos y nos abrazamos, besamos y acariciamos. No se cuantas horas habían pasado y no me importaba.

—Tienes muchos lunares —señaló Paimon, que observaba atentamente mi espalda desnuda.

En cierto punto habíamos quedado sin camisa, pero no es lo que estas pensando, esta historia sigue siendo family friendly.

—Me siento juzgado —reí.

—Lo estas siendo—dijo Paimon con seriedad—. Hasta el momento esta resultando una valoración bastante positiva, pero debo continuar para poder obtener un resultado completo.

Entonces trazo caminos sobre mi espalda, uniendo mis lunares como si fueran estrellas, formando constelaciones.

Me cubrí la cara, avergonzado. Debí de ser un tomate.

—¿Me detengo? —preguntó Paimon con delicadeza.

Negué con la cabeza, eso era lo último que quería.

—Estoy bien, solo me avergüenza un poco.

¿Mi amigo? besó mi hombro con dulzura y mi corazón saltó.

—¿Cómo puedo hacer que estes más cómodo, ricitos de oro? —preguntó con su boba voz que me daba escalofríos.

—Cerrando tu boca —sugerí.

—Auch —dijo fingiendo dolor.

Me giré para quedar frente a frente.

—¿Puedo besarte? —pregunté.

—Siempre.

Acaricié sus suaves mejillas, acomodé ese mechón de cabello que siempre se le caía por los ojos y posé mis labios sobre los suyos. Fue un beso lento, muy lento, en el que sentí tanta paz, nada nos apuraba, sentía que el tiempo era totalmente nuestro.

Después de un buen rato, deje descansar mi cabeza en su pecho descubierto. Lo acaricié, era tan frio y suave como la porcelana. El me abrazó y reposó su mano sobre mi cintura. Entrelazamos nuestras piernas y cerré los ojos suspirando de felicidad, quería quedarme ahí para siempre.

—¿Paimon, qué vamos a hacer? —pregunté preocupado.

El besó la comisura de mi boca.

—Se me ocurren muchas cosas que podemos hacer —dijo en tono juguetón.

Él sabía a que me refería, lo conocía, estaba esquivando el tema con bromas tontas.

—Ambos sabemos a que me refiero. La embarramos, mucho. Si nos descubren ¿Podría empezar otra guerra? La primera empezó por una ángel y una mujer demonio que se enamoraron ¿Y si nos hacen algo para evitarla? Además, en cualquier momento me pueden volver incorpóreo, no quiero—al decirlo me di cuenta de lo cierto que era—, ya no quiero ser incorpóreo, no quiero ir perdiendo mis sentimientos y humanidad. No quiero dejar de querer a Aurelia, no quiero dejar de amarte a ti. No quiero dejarte, menos después de ver como queda un ser luego de que su amado se vuelva incorpóreo —Pensé en Aurelia, no quería que Paimon sufriera por mi tal como ella había sufrido por Carmelia.

La respiración del pelinegro a mi lado se empezó a acelerar.

—Mierda, mierda, mierda. Y yo estoy a nada de pasar al actual líder del infierno en almas recolectadas, si me dan el puesto todo empeorará—se frotó la sien, frustrado—. Odio toda esta basura de ser un demonio.

—¿Tú quieres estar conmigo? ¿Vale la pena para ti pasar por todo esto por eso? —lo cuestioné con miedo de la respuesta.

—Bajaré mi desempeño, ya casi no recolectaré almas, averiguaremos más sobre la guerra y veremos que errores se cometieron para no hacerlos de nuevo. Lo resolveremos, no me importa como, pero si tu quieres, yo nunca te dejaré, sin importar que.

No había mencionado el tema de ser incorpóreo, no sabía si había alguna solución y si es que la había, debía de encontrarla yo.

—Lo resolveremos —repitió.

Realmente esperaba que tuviera razón.

—¿Por qué esto no puede ser como un clásico cliché adolescente? Realmente me gustaría que nuestro único problema fuera que yo sea un badboy y tu un nerd, que nuestros grupos se odien y por eso nuestro amor este prohibido, pero que al final en el baile de graduación, demos un discurso con el que se solucione todo y seamos felices por siempre —suspiró.

—¿Por qué tu serías el badboy y yo el nerd? —lo cuestioné soltando una leve risita.

—Porque tu no podrías nunca tener una pizca de maldad.

En eso, lamentablemente, se había equivocado.

En eso, lamentablemente, se había equivocado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nota de la autora:

Holi, tanto tiempo. Espero las antorchas y tridentes.

Tengo una excusa: estuve muy ocupada ayudando en mi casa. A penas tenía tiempo de respirar, pero ahora salimos y estoy más desocupada así que espero volver con actualizaciones más constantes.

¡Feliz San Valentin! Espero que les guste este capítulo algo cringe como ofrenda.

Recuerden que su valor como persona no se basa en el amor romántico ♡

-Besitos gays, Juli

Pd: Estoy subiendo esto desde el celular, así que si ven errores, probablemente sea por eso.

Pd: Estoy subiendo esto desde el celular, así que si ven errores, probablemente sea por eso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ángeles y demonios se besan en el PurgatorioWhere stories live. Discover now