El deseo del amo (Completa ✔)

𝕍 𝕊𝕠𝕣𝕡𝕣𝕖𝕤𝕒𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕒𝕤𝕦𝕤𝕥𝕒𝕟✶

Emy, bestie, feliz cumpleaños. Este capítulo es para ti con todo mi amor. Se que siempre me apoyas, me inspiras y estas para mi así como siempre estaré para ti. Te amo amiga. Feliz día...

Tres rechazos.

《Ok, Peyton, no pasa nada. Apenas son las 10:00 am, tienes todo el día para encontrar un empleo.》

Es la tercera vez que me doy esta charla de autocompasión luego del rotundo "no" que he recibido como respuesta en los tres sitios en los que he buscado trabajo. Me siento fatal, soy algo pesimista, y si, estas cosas me afectan, me digo una y mil veces que no pasa nada, pero ¿para qué engañarme? Pasa de todo, soy un fracaso.

Llego a una gasolinera, está rodeada de motos y autos viejos, al lado de la tienda de comestibles hay un pequeño bar, bueno, ni modo, hay que intentar. El olor a rancio me da la bienvenida a penas entro por la puerta. Hombres rudos, con barbas llamativas, brazos llenos de tatuajes, algunos con sobre peso, otros con musculatura de más. ¡Dios! ¿Dónde me vine a meter?
Las vistas de todos giran a mi persona cuando el chillido de la puerta vieja del bar se cierra detrás de mi. Me siento intimidada, me observan de arriba hacia abajo y viceversa, trago en seco, mis manos sudan, me quiero ir de aquí. Retrocedo unos pasos y mi espalda choca contra algo duro y un gruñido me hace voltear. Un hombre de un metro noventa o tal vez más esta ahí, viéndome feo.

《Por favor Dios omnipotente, ayúdame a sacar mi culo de aquí sin problemas》

- ¿Se te perdió algo preciosa? - pregunta el hombre. Su voz ronca me da escalofríos y el olor a cigarrillos revuelve mi estómago.

- Yo, yo... me perdí - logro decir.

- Oh chicos, la princesa está perdida. - anuncia a todos en el bar y comienzan a reír. Una gota de sudor baja lentamente de mi frente.

- Ya me iba, no se preocupe. - se interpone en mi camino.

- ¿Tan pronto? - relame sus labios. Hago de tripas corazón para no voltear las bilis en el suelo.

- Por favor - suplico casi con lagrimas en mis ojos - No me haga nada señor.

Solo me pasan a mi cosas como estas. Ya sé que no estoy entre las favoritas del señor, pero, ya esto es ser cruel. Denme la bienvenida al inframundo, es un hecho que en el paraíso no tengo nada que ir a buscar.

- No te haremos nada... que no sea divertido - vuelven a reír todos. El tipo da un paso hacia mi y yo solo escapo.

- Déjenme salir de aquí. - grito.

Ahora otro tipo se acerca. Es más bajo de estatura y su enorme barriga estoy segura y no le da chance de ver sus piernas. Trae un bigote de vikingo y brazaletes con unas enorme pirámides de metal plateado. Su ropa de cuero me da miedo.

- Eres algo pequeña para estar perdida. ¿Qué no te han dicho tus padres que las niñas bonitas no deberían salir de su casa de muñecas? En el mundo real hay gente muy mala. - las últimas palabras las dice acompañadas de carcajadas.

《Lloro》

- Ay, está llorando chicos - ahora es un albino de larga barba quien habla.

- ¡Ya es suficiente! ¿No creen? - una voz más joven y menos áspera habla. Mis ojos que cerraba con fuerza se abren de a poco. - Dejen a la chica, ya dijo que estaba perdida.

Un chico joven, de unos veinti tantos años se acerca a mi y me escuda detrás de su cuerpo. Él es alto, moreno. No puedo ver su rostro, solo su musculosa espalda.