El deseo del amo (Completa ✔)

VI 𝓵ⓐ 𝓂ⓐ𝕣𝒾𝔭𝐨𝓼ⓐॢᵉ̷͈⁎꒱໊

5 años antes.

Hola, pequeña mariposa:

El ser más hermoso que cualquier individuo en el  mundo podría apreciar. Me siento tan dichoso de que mis insignificantes ojos guarden tu belleza en lo más profundo de mi memoria, y en lo más bonito de mi corazón, donde solo hay lugar para una persona, y esa persona, eres tú.
Y no Pey, no me canso del rechazo. No me importa que lo hagas una y otra vez, vivo para mirarte, para amarte así sea en silencio o un amor no correspondido. Me conformo con tu sonrisa así sea de burla, con escuchar tu voz, así solo me ofendas o me pidas que me aparte. Esos pequeños momentos en los que compartimos risas reales, palabras sinceras, cuando estamos solos en tu habitación. Gracias doy a la vida de que nuestros padres sean tan amigos. No me molesta ser tu sombra desde niños, besar el suelo que pisas, para mi es honra tener el placer de cenar en tu casa, de conocer tu verdadera yo. Aunque lo quieras esconder, no lo hagas, como te dije en el suelo de tu habitación hace unos días atrás, eres esa mariposa que no puede apreciar su verdadera belleza. No te das cuenta que no necesitas ser otra persona para que te amen o te acepten, eres perfecta Peyton.
Mi pequeña mariposa, tan hermosa y rara pero única y maravillosa. Déjame Pey, dame el placer de mirarte mientras duermes, aunque despierta y pegas un grito cuando me ves observandote desde el suelo. Me conformo con que me llames fenómeno, Quasimodo, una sonrisa aparece en mi rostro internamente siempre que lo haces, es tu modo infantil de decirme que te molesto o que me quieres cerca, con la mención de tus labios hacia mi persona, soy feliz.
No me molesta que nunca me hayas llamado por mi nombre, ni siquiera frente a nuestros padres, me llamas "niño", o Quasi. Recuerdo cuando tu madre te preguntó por qué y le dijiste que era de cariño, así me llamabas porque era tu amigo. Sabía que era una mentira pero, Peyton, mi corazón se saltó un latido cuando escuché la palabra "amigos" salir de tus labios.
Bien, sé que soy insignificante, no soy guapo como tu novio o los chicos que te rondan. Mi madre me regaló un auto nuevo por mis 17 años, no me interesan esas cosas, mi padre me regaló una hermosa cena en un lindo restaurante, me pidió que llevara a la persona que quisiera. Insiste en la historia de que estoy enamorado, y, ¡Cuánta razón tiene! Estoy enamorado hasta los huesos de ti. Por eso, me atrevo a preguntarte...

¿Me acompañas esta noche? Así no me hables, o no me mires, tu sola compañía daría sentido a mi cumpleaños. Por favor, di que sí...

Caleb

Estoy sorprendida. El fenómeno se atrevió a invitarme a cenar. Dios, es que, ¿él no se cansa verdad? En fin, solo anotará un "No" más a la lista, ni muerta permito que me vean en público con él, eso sería decaer a -10 en la escala de popularidad, ¡es el Apocalipsis!

—¿Peyi? ¿Qué traes ahí? — me pregunta Daf

—N-nada — guardo rápido la carta en mi casillero. —¿Vamos a clase?

Soy pésima mintiendo, pero gracias a Dios si sospechó de algo, no hace mención. Caminamos a nuestra clase de cálculo, materia que comparto con el fenómeno. A penas nos ve entrar se sonroja 《¡Yísus!》. No le hago mucho caso, que no se crea que aceptaré su ridícula invitación, antes muerta que destruida socialmente siendo vista con esa cosa fea. Cuando termina el horario de clases camino con Daf hacia su auto pero, esa molesta voz me detiene.

—¡Peyton!

—¿Qué quieres Quasimodo? — ya estoy irritada.

— Nada, solo, quería saber si aceptas mi invitación para esta noche. Hoy, es, es mi cumpleaños. — se rasca la nuca.

—¿Y a mi que pepino me importa que sea tu cumpleaños? Matas lo cool del día. — pongo los ojos en blanco.