​᥊​ꪜ ​ᥴꪖ​ꫀ𝘳á𝘴 ꧂

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Pov Peyton.

Dios mío ¿qué está pasando? No puedo creer que esté a punto de tener un orgasmo de tal magnitud solo porque Nolan se ha colado entre mis piernas. Pero, joder, no lo puedo evitar. Esto se siente tan increíble que... oh Dios, no lo puedo retener más. Su lengua vuelve al lugar que abandonó y había dominado con sus dedos. Me dejo fluir y él no se aleja, al contrario, toma todo de mi, excitandome aún más.
Lo veo alejarse mientras pasa el dorso de su mano por sus labios. Me estremezco por el trueno pero no grito esta vez. Mis piernas aún están temblorosas por los últimos acontecimientos. Nos quedamos en silencio, ninguno de los dos dice nada. Me bajo de la mesa y siento la humedad entre mis piernas y es molesto. La oscuridad no me deja encontrar mis bragas, un sonido ronco viene de su dirección y puedo verlo ahora, está acariciando su erección y, la luz de plata de la luna impacta sobre su perfecto rostro, esta es la imagen más erótica que he visto alguna vez en mi vida. Ese familiar cosquilleo se cuela una vez más por mis piernas y llevo mi mano a mi boca para cubrirla, en el proceso rozo mis pezones los cuales están erectos y sensibles, duele. Caleb me observa mientras se masturba, sus gélidos y casi imperceptibles ojos por causa de la oscuridad buscan el camino de mis senos que se mueven mientras jadeo y respiro entrecortadamente.

— Quítate el camisón.

No, no fue una mala pasada de mi mente, él lo pidió, lo ordenó. No lo hagas Peyton, no le des ese poder pero, joder, ¿por qué me mira así? ¿Por qué se ve tan sexi? ¿Ya he dicho antes que lo odio? Me hace ser una Peyton que ama el placer y el atrevimiento, y yo ya no era así, o al menos eso quiero creer.
Como una tonta hago lo que pide. Mi mano va hacia el doblez de mi camisón y lo comienzo a levantar lentamente. Él detiene los rápidos movimientos de su mano para apreciarme. Saco la prenda de vestir quedando completamente al desnuda para Caleb. Me siento hermosa por la luz que refleja su mirada. Noto como se acerca de apoco y no puedo evitar ponerme algo nerviosa. Está frente a mí y mi trasero contra la mesa. Nuestros pechos rozan pero no se tocan del todo, destellos de placer recorren mis venas y achinan mi piel. Es más fácil apreciarlo de cerca y ¡Madre santa! ¿Por qué este chico me mira así?
Sé que mi cuerpo suele causar reacciones placenteras en los chicos, soy consciente de ello pero, él, él me mira como nunca nadie lo ha hecho y me siento especial, y me jode porque no quiero sentirme así por su causa.

— Que mal me sienta que seas tan perfecta. — sus palabras dan una extraña emoción en mi. — No sabes cuánto soñé con esto. — cierra los ojos y los abre de golpe. — No pareces real.

Veo como su mano se acerca y va hacia mi rostro, su delicado toque me sorprende, hasta ahora no había sido así conmigo, siempre era brusco y dominante, provocativo y burlón, pero delicado, no.

— No me pidas que te bese. — dice mientras mira mis labios.

— No lo hago. — no sé como las palabras pudieron ser pronunciadas.

— Es decir que... — se acerca más y ahora si nuestros pechos se tocan. — Si quiero besarte no me dejarás... ¿si estoy así de cerca, no tomaría la iniciativa tú sola?

Concentrate Peyton, no caigas en su juego. Relámpagos alumbran su rostro y la sonrisa sexi y ladina que adorna su cara me hace tener que apretar mis piernas y pensar en cosas que no me agraden del todo.

— No voy a caer Nolan. — ¿sonó valiente? Es que no me di cuenta.

— Caerás, si lo harás Peyton. — ríe con suficiencia. Sopla sobre los labios de mi boca y estos traidores se abren. — Caerás.

Casi pude pronunciar yo esas palabras por lo cerca que están nuestras bocas.
Ok, prometan no juzgar, nunca dije que era la chica del autocontrol. Lo beso.

El deseo del amo (Completa ✔)Where stories live. Discover now