El deseo del amo (Completa ✔)

𝕩𝕧𝕝 ℙ𝕚𝕟𝕔𝕙𝕖 𝕓𝕠𝕕𝕒

Primeramente HAPPY BRITHDAY A MI SOLECITO HERMOSOOOOO. ahora sí, disfruten de la actualización, se les quiere.

Seis vestidos diferentes están lanzados sobre la cama. ¿Cuál usar? Ese es el maldito problema, no lo sé, y solo queda una hora para que Briam nos venga a buscar. En mi defensa, debo alegar que no me apetece nada ir, pero como en esta vida yo no tengo ni voz ni voto, pues, aquí me hallo, tratando de arreglarme para la boda de mi ex. Caleb insistió en que un estilista se hiciera cargo de todo, pero por primera vez no rebatió una opinión mía y aceptó que yo misma me encargara de mi imagen para esta tarde.
No es que nunca haya sido una posibilidad, pero tengo que aceptar que jamás me visualice en un futuro yendo a la boda de Maikol, creí que después de nuestra horrible ruptura no lo volvería a ver, o solo en las noticias como siempre sucedía, pero aquí me ven, iré a rendirle honor y celebrar su casamiento. No me molesta en el sentido de celos ni nada por el estilo, es solo que, recuerdo cuando me decía que él nunca se casaría, que para hacerlo el sentimiento tenía que ser tan filoso como cuchillo que solo de parpadear y dejar de ver por unos microsegundos a esa persona, el alma goteara sangre, parece que esa chica lo logró y de cierto modo, mi lado de orgullo de mujer me hace sentir un tanto extraña al no poder causar tal sensación en un hombre. Sería hipócrita decir que es una envidia sana, porque, por un momento me he visualizado en su lugar y si me gustaría, pero no en el sentido que ustedes creen, no quisiera ser la chica que hoy camina al altar de la mano de Maikol Dellen, sino, la que un hombre ame con tal intensidad que acepte ser derrotado por ese sentimiento y sucumbir a la magia del amor.

《Amor》

Palabra más falsa no he podido escuchar en mi vida. Malditas hormonas que estallan y nos hacen idiotas, esa es la única explicación para el amor que nos venden, puro consumismo es el sentimiento. La sociedad lo usa para producir dinero a costas de los ilusos que creen o se obligan a creer en algo que no existe solo para que su existencia no sea tan miserable, es puro marketing y consumismo, que patéticos somos, los inteligentes saben de la pata que cogean los ignorantes, se aprovechan de las frases hechas y las emociones clichés que aunque no las sientas lo crees sentir porque se supone que es parte de la vida, para crear un imperio a bases de mentirar e ilusionismo, en fin, cuando sea grande quiero ser como ellos, por cada "te amo" vacío que se dice en esta sociedad de mierda podría ser trillonaria.
¿Qué tienes en contra del amor Peyton?
Nada, es solo eso, que crecí dándome cuenta que no significa nada.

— ¿Aún no estás lista?

La enojada voz de Nolan me hace volver al tiempo real y dejar la filosofía absurda que diseñé en mi tonta cabeza. Por instinto sostengo con fuerza el nudo de mi albornoz y cierro más las piernas si es posible. Él está tan guapo que mi idiota cerebro no me deja procesar bien su cara de enfado.

— Peyton, te estoy hablando. — alza la voz.

— Oh, perdón, es solo que... olvídalo. — ni modo que le cuente el dilema del vestuario a un chico que ciertamente no se debe interesar por esos asuntos.

— Dime.

— Es algo ridículo. — le doy la espalda y sigo mirando las opciones sobre mi cama.

— Que me digas. — y este fue el Caleb demandante.

— No se qué usar. ¿Contento? — pongo los ojos en blanco aunque se que él no me puede ver. Lo escucho reír. — Idiota. — murmuro.

— Te oí Michel. — ok, tal vez no fue tan murmuro pues. — Y con respecto a tu tonto problema de chica...

Se acerca y lo siento cerca de mi. Sé que si volteo su pecho quedará directamente en mi cara.

— Podrías usar el esmeralda, resalta el vibrante verde de tus ojos. — susurra a mi oído y mi piel se achina. — No te demores.