El deseo del amo (Completa ✔)

xxxvlll (parte 2) ꪊ​ꪀꪖ ​ᥴ𝓲𝓽ꪖ 𝘳​ꫀꪖꪶ ❤

Quiero detener mi pulso por miedo a que él pueda ver mi ansiedad, además de que el hecho de que mi corazón esté literalmente latiendo en mi garganta pasa de metáfora a realidad. ¿Es esta su forma de decirme algo? No me queda claro pero me hallo con la necesidad interna de que así sea. Necesito que él quiera quererme, me cuesta aceptarlo pero lo que estoy sintiendo por este chico hasta para mi es algo desconocido y de lo que estoy comenzando a tener miedo. ¿Qué podría encontrar en su corazón?
A ratos es bueno conmigo, me hace sentir especial o merecedora de lo mejor. Luego me siento miserable y la peor basura de la galaxia, y todo por sus palabras, sus acciones. Si hoy no tengo un hogar propio es por su causa, y el impulso de lanzarme a sus brazos y olvidarlo todo, es retenido por ese hecho. ¿A caso le importo realmente? O ¿solo soy ese trofeo que no se le permitió ganar de pequeño? Es una encrucijada con interrogante tras interrogante que no me dejan salir del estado de congelación en el que me encuentro.

Miro en dirección a Daffne y su cara estupefacta me confirma que ella desconocía de esto tanto como yo. Mi atención vuelve al frente ante la sombra que oscurece mi visión, es él, frente a mi, extendiendo su mano.

— Sé que no entiendes nada, pero tampoco intentes hacerlo. — habla tan bajo que solo lo puedo escuchar yo. — Solo por hoy, seamos la Peyton y el Caleb de 15 años que sonreían en tu habitación.

Sus palabras sacuden mi alma. Si todo hubiera sido diferente, si no me hubiera convertido en la chica engreída y odiosa que fui durante mi adolescencia, tal vez, esos chicos y sus sonrisas hubieran prevalecido hasta el sol de hoy. Ya no me quiero refugiar ante la traición de nuestros padres para minimizar mi culpa, si, soy culpable del sufrimiento de este chico, de el sin fin de humillaciones que le hacía pasar y mientras yo reía acompañada de los coros de carcajadas del instituto Len Hworden, él lloraba en las esquinas y se escabullía entre las sombras de los pasillos. También vivía en carne propia mi crueldad para/con sus amigas, por eso no las culpo de que me odien, al día de hoy, yo también lo hago, me detesto.

— ¿Peyton? — su voz me hace verlo. Sonríe. — Canta.

¿Cantar?

Antes solía hacerlo, mi padre se alegraba siempre que lo hacía, y en ocasiones Caleb me acompañaba en el piano, en un principio me gustaba la forma en la que sonaba, en los últimos años de relación de nuestras familias, suponía una tortura para mi tener que escucharme cantando con si compañía.

— No creo poder. — digo, mi voz conmocionada.

— ¡Vamos Peyi! — fulmino a Dodo con la vista, aunque con la oscuridad del salón dudo que lo haya notado.

— No me apetece. — un trueno acompaña mi frase y con ello un grito de mi parte.

— Odio estos malditos días de lluvia. — al fin habla Daf mientras se queja del clima.

— Vinimos a un karaoke, no a un funeral. — agrega Diogo. — Además, es el cumpleaños de mi morena.

Caleb hace un llamativo ruido con la garganta, lo miro y su vista está sobre Diogo, y una mirada no muy amistosa.

— Ok, ya lo pillo. — habla el mayor de los Doll.

— ¿No me haces el honor? — ay no, su sonrisa no ayuda.

— Caleb, yo...

— Hazlo amiga, así terminamos con esta payasada de una vez. — el molesto tono de Daffne me hace verla. — Solo acabemos con esto. — asiento.

Me pongo de pie sin aceptar la mano de Caleb, camino hacia el centro del salón donde no solo está el piano; las luces se encienden y observo que una enorme pantalla nos acompaña, se enciende esta y una lista de canciones aparece. Leo para seleccionar lo que cantaré, estoy nerviosa. Una mano toca mi hombro y salto en el lugar.