💣𝔁𝔁𝔁 𝓛𝓪 𝓫𝓮𝓼𝓽𝓲𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓿𝓲𝓿𝓮 𝓮𝓷 𝓶𝓲.

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Pov Caleb.

Ella se fue, la estoy viendo y aún no lo creo. Su espalda me confirma que se aleja y mi sangre solo hierve al ver a Noam aprovechando la situación y tomándola de la mano. Mierda Peyton, ¿por qué tiene que ser así? Ahora mismo todo es un caos ahí adentro, la prensa me comerá vivo, el evento se fue a la mierda y todo por su culpa, o por la mía. Estaba tan enojado con ella que no fui capaz de escucharla, la trataba frío y distante, joder, en serio creí en ese viaje a Connecticut que todo aunque muy a mi pesar estaba cambiando, me creí capaz de comenzar a creer en esta nueva Peyton que no he querido ver cegado por mi sed de venganza y el rencor acumulado. Todo este tiempo tuve la oportunidad de estar con la chica de mis sueños y no del modo pasional e incluso violento en el que se daban las cosas entre nosotros, si me daba el chance podría tenerla a ella, disfrutar de ella, porque  aunque me engaño y lo niego, en el fondo sé que es lo que el viejo Caleb quiere, el chico noble y tonto que vive en mi, sí, aún no muere y eso que he luchado con mis fuerzas para hacerlo desaparecer.

— Caleb. — Carol se acerca a mi mientras guarda su celular en el bolso. — Entremos, hay que arreglar este desastre, todos preguntan por ti.

— Se fue Carol. — digo mirando al vacío espacio donde hace unos minutos estuvo el auto de Lee.

— No entiendo nada aquí Caleb, así que no pienso opinar. — después de todo me alegro que no se haya ido a casa, así no me siento tan solo, al menos mi hermana si se quedó aún cuando pedí que se fuera.

Siento como un calor va subiendo rápidamente por mi cuerpo, conozco esta sensación, es ese sentimiento traicionero y molesto que llega a mi cuando menos oportuno es, es ese deseo de destrozar, acabar, quebrar; es la verdadera esencia del chico que soy hoy, la rabia está llegando.

—¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!! — grito, suelto lo que contenía. — ¡Maldita perra hija de puta! — mi hermana me observa con horror.

Camino hacia un auto del estacionamiento y comienzo a golpearlo. La alarma se dispara pero no me importa, mis puños quiebran el cristal, puedo ver la sangre en mis nudillos ahora rotos pero, es tan grande la venda de odio que cubre mis ojos que no puedo ver más allá del placer que me provoca ser esto que soy ahora, un monstruo. Pego una y otra vez, no me doy cuenta cuando soy cargado casi en peso hasta que mis pies patean al aire. Con roña me retuerzo y logro liberarme de quien me detiene, es un seguridad del edificio, lanzo mi puño y no sé si es porque lo tomé desprevenido pero lo lanzo al suelo. Me hinco sobre él y comienzo a golpear su rostro pero este es más ágil y de un movimiento neutraliza mis golpes y me hace quedar con el rostro y el cuerpo estampado en el suelo. En ningún momento me golpea, solo me detiene. Si fuera un perro estaría soltando espuma por la boca. Cierro los ojos para intentar calmarme cuando escucho los soyosos de Carol y la veo con Diogo Doll que no sé en que momento llegó aquí.

Su imagen aparece, ella me sonríe y quiero tocar su sonrisa, también la veo llorar y quiero ser paño para secar sus lágrimas, pero la veo alejarse y risas de burla masculina hacen eco en mis pensamientos. Todo se vuelvo oscuro y quiero que esa risa se detenga porque me estoy volviendo a encolerizar.

《YA BASTA, YA BASTA, YA BASTA》

Le grito a las voces de mi cabeza. Todo se queda en silencio, sus ojos verdes es lo único que se ve, y el sonido de sus lagrimas es lo único que se escucha, la perdí... no, nunca la tuve.

                       ♡♡♡♡♡♡♡

Despierto en medio de la noche, agitado, mis manos duelen, las observo y están los vendajes que me puso mi hermana. Miro la hora en mi celular, las 4:25 am, no he dormido nada. Luego de tener que calmarme, disculparme con los invitados, los encargados del marketing y publicidad de mi empresa tomaron el asunto de la prensa y el escándalo en sus manos y trataron de minimizar los daños. Me levanto de la cama y agarro mi celular, camino hacia su habitación, quiero entrar y encontrarla dormida, observarla mientras duerme como hacía cada maldito día de mi vida mientras ella estuvo bajo mi techo. Cubrirla en medio de la noche cuando las mantas dejaban su cuerpo de tanto que se movía dormida, no quiero que sus muecas y gestos solo sean reflejo de mi memoria, quiero entrar a ese cuarto y verla ahí, siendo ella. Pero abro la puerta y no está, la cama está tal y como la dejé una vez que llegamos a casa, echa un lío, la ropa del clóset está lanzada por todos lados, los cristales de los frascos de perfume y la mezcla de olores están por todas partes. Observo mi reflejo en el enorme espejo quebrado y veo muchos yo, mi semblante es serio, mis ojos están rojos del enojo y los músculos de mi rostro se contraen tan fuertemente que duele pero lo ignoro.

El deseo del amo (Completa ✔)Kde žijí příběhy. Začni objevovat