El deseo del amo (Completa ✔)

Xvlll No has entendido nada♡

5 años antes

Ver a los chicos del equipo de fútbol entrenar es una de las actividades favoritas de las chicas de la preparatoria Len Hworden, y yo pues, mi novio es el capitán del equipo, saquen sus propias conclusiones. Me río al ver a mi amiga pelear como loca con las chicas del equipo de porristas, Daf creó junto a la cocapitana una rutina en serio difícil, no me sorprende que no les salga bien del todo, además, son los primeros ensayos, pero esa rubia no tiene paciencia. Decido acercarme cuando la veo tomarse de los cabellos, no me gusta que se estrese por nada, no le hace bien. Mientras atravieso una parte del campo de fútbol los chicos priropean y silban, yo me río pero Maikol frunce el ceño y hasta se enfrenta a uno de ellos, pero lo detienen, a veces pienso que es algo patético, es obvio que siempre provoco este tipo de reacción en los chicos, en lugar de molestarse debería de estar orgulloso, pero su cerebro de mosquito no lo deja pensar bien cuando se pone modo novio posesivo y tóxico. Llego a donde están las porrista.

— A ver Doll ¿qué sucede aquí? — acaricio su espalda para tranquilizarla.

— Estas... cosas que no hacen la rutina como es. — en serio está enojada.

Mi amiga es una chica muy perfeccionista cuando se trata de las cosas que le gustan, se esfuerza mucho para que todo salga bien y más aún si se trata de su equipo de porristas, no por gusto el mejor del estado y más conocido.

— Daffne, esas piruetas están difíciles. — se queja una de ellas.

— ¡¿A estas alturas me sales con que las piruetas son difíciles?! Si no puedes con esto puedes irte del equipo. — se acerca a hablarle que la chica, esta solo traga en seco mientras mira la pupilas de mi amiga.

— Daf, calma. — no me quiero reír de la cara de terror de las compañeras del equipo pero, casi no lo puedo evitar. — Cuando trabajas con losers esto suele pasar.

Nadie se atreve a rebatir mis palabras, o bueno, si, solo que no sé quien le dio vela en este entierro a esta chica, ni del equipo es.

— No tienes que referirte a ellas de esa manera Peyton, son personas igual que tú. — volteo a ver de quien es esa fea voz.

— Perdona bicho ¿y tú eres? — las porristas se ríen cuando me refiero a la chica. — Oh, espera, eres esa que anda con la gorda, ¿cómo era? Espera, tengo tu nombre trabado en el intestino delgado. — más risas.

— Eres horrible.

— ¿perdona? La única cosa horrible que yo veo aquí eres tú. O sea, ¿de qué planeta vienes? No pareces ser humana no mames.

Burlas, y esta vez me río también, a carcajadas. Veo a lo lejos y mi fiel servidor está mirando todo, el fenómeno niega en desaprobación pero ¿quién le dijo a ese chico que me importa su opinión?

— De igual modo no me interesa hablar contigo y mucho menos que sepas quien soy. — habla, aunque no hay tanta confianza en su voz como hace un momento.

— ¿Entonces para qué opinas, fea? — la carcajada de Daffne retumba en el estadio y ahora todos dejan de hacer lo que hacían para reírse de la risa escandalosa y burlona de mi amiga.

La chica me mira y en sus ojos veo que ya no queda nada de confianza en ella, todos se están riendo, no precisamente de ella, pero, doy una uña postiza a que su autoestima está tan dañado que piensa que es la causa de las burlas, no falla.

— Daffne, quisiera ser parte del equipo de porristas. — dice así, sin más, la gente últimamente está muy loca ¿ella? ¿Una porrista? Uy no.

— ¿Cómo dices que dijiste? — habla mi amiga, retengo la risa.