El deseo del amo (Completa ✔)

𝘟𝘟𝘟𝘐𝘐 𝘊𝘢𝘭𝘦𝘣❌

Quiero alejarme, mi cabeza pesa y estoy comenzando a hiperventilar, sus ojos me dan miedo, la forma en la que me mira me da escalofríos. Noam acerca sus labios a mi cuello, lo besa y siento una sensación horrible.

— D-déjame — estoy débil.

— No te resistas Peyton, te voy a mostrar lo que es un verdadero hombre y no el chico tonto que no supera su amor de la adolescencia.

《Ayuda, ayuda por favor, ayuda》

Mi interior grita, quiero salir de aquí. Odio estar así con él, Noam no me hace sentir nada, solo pavor por esta situación. No soy conciente de mis actos, a ratos siento ganas de llorar, luego me quedo en el limbo, pero después mi mente me juega malas pasadas que pienso que sus manos pertenecen a otro, que sus caricias me las está haciendo otro, Caleb, quiero sacarte de mi mente, pero no así.
Un trueno me sobresalta y me alejo de golpe. Miro hacia las ventanas del lugar y veo la lluvia caer con fuerza, ¿en qué momento comenzó a llover? Ni idea, no tengo noción del tiempo. Me dejo caer en el suelo, mi mirada perdida y desconcertada busca una escapatoria. Veo a Noam acercarse.

— ¡No! — digo con más fuerza de la que creí que podría. — Quiero irme. — sostengo mi cabeza porque puede caer de mi cuello.

— Está lloviendo Peyton, no puedes ir a ningún lado. — sonríe.

— ¿Qué me hiciste Noam? ¿Por qué me siento tan mal? — toco mi pecho agitado.

— Solo te di el empujoncito que te faltaba para que puedas ver al hombre que tienes en frente. — lo miro y lo quiero golpear. — Mírame Peyton, soy un hombre guapo, no tan rico como Nolan pero mi padre también tiene un imperio y es muy poderoso en la ciudad. ¡Joder! Deja de mirarlo a él, era un bicho raro, tú misma se lo decías, se toda la historia Peyton, lo detestabas, sentías asco, ¿por qué ahora sería diferente? ¿Por su nueva imagen? ¿Por su dinero? Eras mala persona, más con él que con los demás, no creo que hayas cambiado así tanto, que en cinco años hayas olvidado a la vieja tú.

Me quedo en silencio y pienso, Noam tiene razón, siempre fui una horrible persona, estaba tan obsesionada por ser popular y la atención que me daban todos aún cuando no era una niña rica como ellos, que di un cambio enorme, dejé de ser la princesa de papá, la niña que se prefería quedar en casa leyendo o viendo películas, y fui la Peyton que siempre era la primera invitada a las fiestas y moría por ir, por tener chicos a quien besar y ver como se peleaban por mi, la que veía a Caleb arrastrarse a mis pies y disfrutaba humillarlo y hacerle mal. No toda la culpa fue de nuestros padres, es cierto que saber de su traición me hizo enojar y querer desquitarme con él, pero era yo, mi personalidad, mi forma de ser.

— Yo ya no soy esa chica. — un soyoso me ahoga y lo dejo salir.

— Lo sé, al contrario de Caleb puedo percibirlo, no me lo creo pero, si se nota. No sé si finges bien o simplemente...

— ¡AAAAAAAAAAAAAAHHHH! — grito por el trueno. Cubro mis oídos y cierro los ojos con fuerza y, llega ese día, los recuerdos de aquella noche.

— Te odio.

— Y me vas a odiar más después de esto ¿sabes por qué?

— Te odio Caleb.

— El nerd te va a dar el placer de tu vida niña fresa.

Suspiro al pensar en la sensación de sus caricias, del modo en que me provocó y me hizo perder la cabeza. Fue en una noche así, bajo una intensa y ruidosa lluvia, es irónico como el destino me pone situaciones que solo me hacen pensar en él.

— Ven para acá. — salgo de mi trance cuando Noam me pone de pie a la fuerza.

— ¡Ay, me lastimas! — grito.