El deseo del amo (Completa ✔)

Especial #1 Miami

Pov Peyton.

Todo está listo, tengo mi maleta hecha y los nervios a flor de piel. Tengo muchas espectativas y no todas muy buenas de este viaje a Miami. Quiero creer que todo será estupendo y que en serio las amigas de Caleb me perdonaron y aceptan, pero no puedo dejar de lado el temor que siento de que la realidad sea otra y que este viaje pueda ser una trampa. Caleb está muy tranquilo, de hecho, dejó todo bien organizado en la oficina y a Diogo frente a los nuevos negocios para disfrutar estos días en la Florida. Es obvio que él confía en sus amigas, y no quiero que note esta incertidumbre en mi, pero a veces es difícil ocultarla.

Guardo un par de bikinis más, Karla dijo que el clima era muy cálido y que debíamos de disfrutar de las playas de Miami Beach, nunca he ido a la Florida, mi neceser con maquillaje básico que utilizo, el cuidado de piel y mis cremas. Cierro la cremallera de la maleta y suspiro mientras me siento en la cama. La puerta se abre y entra caleb mientras me ve y sonríe, se acerca y me besa.

— Estas hermosa Peyton. — intensifica el beso.

En realidad no había deparado en lo que llevo puesto. Un vestido veraniego que llega a mis tobillos con estampado de palmeras y unas sandalias de mimbre. Mi cabello suelto y ondulado y unas gafas de sol colocadas en la perte superior de mi cabeza para luego bajarla hasta mis ojos.

— Gracias señor Nolan. — le doy un pico en los labios antes de separarme de él.

Llevo una de mis manos a mis labios y suspiro mientras miro hacia el techo de la habitación, Caleb me conoce demasiado, sabe que estoy nerviosa.

— Tranquila Pey, todo irá bien. — agarra mis manos y me ve a los ojos. — Estamos juntos en esto. Además, sabes que las chicas te aceptaron.

— ¿Crees eso realmente? — muerdo mi labio inferior. Caleb al notar mi gesto nervioso pasa su lengua por su labio, sonrío.

— Yo confío en ellas. Además,las conozco y el hecho de que Karla te haya extendido la invitación hacia su casa, habla mucho. Odia las visitas, su hogar es su templo, desde que la conozco es así.

— Bien, yo confío en ti. — lo beso.

El viaje fue tranquilo, yo en silencio y Caleb en su portátil en cosas del trabajo y Abby, su esposo e hija nos acompañan. Ellos parecen una familia de anuncio mientras el señor Wilman tiene a su pequeña sobre sus piernas mientras un cargador cuelga de sus hombres y la niña está en el interior sujeta por las correas y Abby les hace fotos y gestos graciosos a la bebé para que sonría. Cuando aterrizamos y vamos en el auto rentado por Caleb mis ojos divisan las carreteras y la vida latina que se respira en esta ciudad. El sol aún no ha caído del todo pero los tonos del atardecer es lo más hermoso que he visto en mi vida.
Luego de un tiempo nos detenemos frente a una enorme mansión de dos pisos y de arquitectura moderna. Caleb abre mi puerta para mi y a penas bajo deja un cálido beso en mi frente antes de ir a ayudar a su amigo con las maletas. El sonido alocado de los gritos de risas de Karla y Abby me hacen voltear a verlas. Las amigas se abrazan y la morena alta carga a la pequeña bebé de la pelirroja en sus brazos.

— Sean bienvenidos. — nos dice sonriendo. — Peyton, que bueno que viniste. — parece sincera.

— Si, claro, como no aceptar esta invitación, muchas gracias. — digo algo avergonzada.

Caleb besa a su amiga en la mejilla en entra al interior de la casa con nuestras maletas seguido del señor Wilman.
Por dentro la casa es aún mejor y más acogedora. Hay hermosos cuadros de Karla colgado en las paredes y una enorme fotografía de la pareja el día de su boda. Karla es muy bonita, tiene rasgos asiáticos y su piel parece porcelana, es cierto que en la adolescencia no era hermosa como ahora y que se ha hecho uno que otro retoque, me siento algo mal ahora al ver lo hospitaleria que está siendo conmigo y lo malvada que fui por ella, imágenes de una Karla de 16 y 17 años llorando por mi causa llegan a mi mente, agacho la cabeza.