El deseo del amo (Completa ✔)

XI 💎ᵁᴺ ᵛᴱˢᵀᴵᴰᴼ ᵞ ᵁᴺ ᴳᴵᴺ ᵀᴼᴺᴵᶜ💎ღ

Hola a ti que lees, te amodoro enserio pero, vota porfavor. Ya no molesto más 😂

—Y ¿debo ir vestida de puta o ya el vestuario queda a mi elección?

Le pregunto nomas por molestarlo. A sólo 3 horas para el evento decidió abrir la puerta de mi habitación. La forma déspota en la cual lanzó una hamburguesa al suelo como si yo fuera una maldita perra jamás la olvidaré, y tenía hambre, les juro que si, pero no bajaré mi cabeza ante él jamás. Ahí, en el mismo lugar está la bolsa de papel con el alimento dentro.

— Podrás usar el vestido que quieras. — habla desde la ventana de la habitación donde se encuentra mirando al exterior — Pero no llevarás ropa interior.

— ¿Estás loco? — me sobresalto.

— Será divertido. — sonríe retorcidamente.

— No voy a estar sin ropa interior rodeada de personas que no conozco. Eso sería demasiado incómodo para mi.

— Me importa una mierda Peyton. — Ahora me mira. — Harás lo que te digo— Camina en dirección a la puerta — O el castigo será peor.

Dicho esto, sale dejándome a solas. Lo odio, mucho. En serio me quiere hacer la vida miserable y manejarme a su antojo, no le daré el gusto. Sabrá Dios que tipo de humillación está planeando en mi contra.

        
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Me miro al espejo y me molesta verme hermosa, no quiero que Caleb me exhiba como un trofeo, pero no pude evitar escoger este hermoso vestido blanco con diamantina. Mis ojos fueron atraídos por el esplendor de la pieza, y , ¿por qué no? Soy joven y nunca había tenido algo como esto, me siento una princesa con esta prenda. Opto por un maquillaje sencillo en los ojos, un ahumado café con delineado llamativo, aunque el mayor protagonismo lo dejo a mis labios, un color vino tinto que los resalta y hace ver más gruesos.

《Ok Peyton, recuerda, eres una mujer, te arreglas y te pones bonita para ti, porque te gusta, no porque él lo haya ordenado.》

Unos tacones rojos de 13 cm de alto complementan mi vestuario, el diminuto bolso de mano a juego con ellos. Estoy lista, ojalá y tuviera mi móvil, me sacaría una foto y se la mostraría a Daf. ¿cómo estarán ella y mi madre? Llevo más de 24h sin saber de ellas y eso me está matando.

La puerta de la habitación se abre y emerge Caleb, tengo que contener la respiración cuando lo veo a través del espejo. Me doy una cachetada interna por los estragos que su esmoquin negro hace conmigo. Se ve extremadamente guapo y lo que más me molesta es que él lo sabe. Una sonrisa arrogante está dibujada en su rostro pero, la imito al notar como escanea mi cuerpo apreciando mi elección de vestuario y no puede negar su aprobación.

— Ya estás lista. — dice mientras carraspea con la garganta cambiando la vista.

— Si. — sólo digo eso.

— Ok, ya nos vamos. Iremos en mi auto. — dicho esto se retira dejándome sola. Alguien aquí olvidó como ser un caballero.

...

Vamos en el auto camino al evento. Hay silencio pero estoy tan centrada en el delicioso aroma que nos absorbe en el interior del vehículo y las edificaciones modernas y sofisticadas que nos regala las zonas de fina estampa de Los Ángeles. Caleb va concentrado en el volante hasta que su celular suena, lo descuelga y coloca los manos libres por Bluetooth.

— ¿Si? — luego de hablar se queda en silencio, escuchando el otro lado de la línea. Sus ojos se abren por algo que le dicen, mi atención está en él. — ¿Está en el hospital? — ¿de quién habla? — Encargate de suministrar todo lo necesario y pagar la cuenta. Por lo demás no te preocupes, mañana me haré cargo de todo. — y cuelga.