𝑋𝑋𝐼𝐼𝐼 𝐿𝑎 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑. ♧

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Pov Caleb.

Voy saliendo de la oficina directo al estacionamiento, quiero llegar a casa y, mi lado idiota quiere hacer algo por Peyton. Ok, dirán, Caleb, ¿solo has echado un polvo con ella y ya andas soltando baba? Pero no, o bueno, si, joder Peyton y como jode mi mente. Iba a subir a mi auto cuando entra uno con prisa y casi golpea mi auto. Indignado me bajo para saber quién coño entra así al estacionamiento de mi empresa. Cuando estaba a punto de hacerle saber al alocado conductor que iba a reclamar Noam Lee baja del auto, su rostro es indescifrable. Suspiro y pongo los ojos en blanco, no quiero líos con este chico, ya le dejé bastante claro la noche de la boda de Maikol que Peyton me pertenece, que no va a jugar con ella como lo hizo con mis amigas y mucho menos tocará ni una vez siquiera uno de sus cabellos. Le doy la espalda para alejarme hasta que me habla.

— ¿Qué pasa Nolan? ¿Apurado? — se está burlando, lo siento en su voz.

— Un poco si. — lo enfrento, su cara es chulesca.

— Pues yo que tú no lo estaría tanto. Vine a hablar contigo.

— Mira Lee, yo no tengo nada que hablar contigo, todo lo que tenía que decirte te lo dejé muy en claro el dia de la boda.

— ¿El día que llegaste con aires amenazadores y te llenabas la boca para decir que Peyton era tuya? Si recuerdo ese día y lo patético que te veías. — se ríe. Hago un puño de mis manos. — Por cierto ¿cómo está tu puta personal?

— No te permito que hables así de ella.

— Caleb, todos sabemos que estás acostumbrado a pagar a damas de compañías para eventos sociales. Sabes, siempre me pregunté por qué un chico como tú tendría esa extraña manía, hasta llegué a pensar que eras gay. — se acomoda en el capó de su auto.

— Es que en realidad no sabes nada de mi, nunca fuiste mi amigo de verdad.

— Sin rencores Nolan ¿si? Aquí el más enfadado debería ser yo después de la paliza que me diste que terminé en el hospital. — su mandíbula se contrae.

— Te la merecías. Acabaste con la amistad de mis amigas y sobre todo, rompiste sus corazones.

— Blah, blah, blah. Siempre fuiste un aburrido. Quizás por eso Peyton nunca te hizo caso en la preparatoria.

Lo miro ahora sí a la cara y su cinismo es increíble. Retiene las ganas de reír, juro que si lo hace lo golpearé y no me importan las consecuencias.

— Tú no sabes nada de eso, no toques ese asunto.

— Cuando conocí a Peyton aquella mañana en el bar que mi padre me regaló, pensé que era una linda chica que con suerte podría meter en mi cama. Ella tan asustada con miedo a los camioneros que la miraban como carnada de pesca y llegué yo para sacarla del apuro. En serio creí que solo era un chica más que conocía, alguien sin importancia, pero no, el destino se empeña en relacionar nuestras vidas Caleb, siempre las chicas que te importan terminan llegando a donde estoy yo.

Hace un gesto de superioridad mientras pule sus uñas en su sudadera azul. Quiero ignorarlo y no hacerle caso pero, el idiota vino dispuesto a provocar.

— Peyton Michel, así que esa es la chica de la que tantas veces Karla juró venganza, la misma que les hacía bullying y sus vidas miserables en la preparatoria. ¿Quién lo diría? Parecía que no rompía un plato. Me agrada.

— Noam, no tengo tiempo para estupideces y mucho menos si eres el causante de ese tiempo perdido. Así que si me disculpas.

— Dile que te cuente...

Me detengo cuando alza su voz para que lo escuche. Algo dentro de mi me dice que suba a mi maldito auto y me largue de ahí, pero, el otro lado, el que busca escusas para alimentar al monstruo que lucha por crecer en mi me hace esperar a ver que dice.

El deseo del amo (Completa ✔)Where stories live. Discover now