<<¿Qué... hace... aquí?>>
– ¿Qué demonios Raúl? –es lo primero que pregunto–. Pensé que estabas en el hospital.
– Me dieron el alta.
– ¿Qué haces aquí?
– Aquí vivo.
– Me refiero a mi habitación. ¿Qué haces aquí?
– Sólo vine a charlar –me aclara.
– No tengo nada de qué hablar. Estoy en toalla y quiero privacidad, ¿hace cuánto que entraste?
– Hace veinte minutos.
Es el tiempo que tardo en bañarme. Estaba escuchándome cantar entonces... También debió de oír mi estrepitosa risa sin motivo. Bueno, para él debió ser sin motivo.
– Bueno –digo algo más calmada–. Voy a cambiarme, así que vete.
– Meli, no estés enfadada conmigo. No era mi intención ponerme hasta la coronilla en esa fiesta.
– ¿No pudiste decir que no? –inquiero.
– Tú no conoces a Daniela. Ella es muy persuasiva.
¿Persuasiva? Me pregunto si esa misma persuasión ocupo con Alejandro y sus amigos.
– En verdad perdón.
– Vale, te perdono.
– Eso es una mentira.
– Raúl vete –le espeto–. Me quiero cambiar y tú me haces perder el tiempo.
Se acerca a mí con ambos brazos cruzados sobre el pecho. Me encojo al tenerlo tan cerca. Con la noche anterior tuve suficiente como para que él venga y me saque el tema en plena mañana. No conozco a Raúl lo suficiente como para saber si en verdad es de fiar; sé que no me lastimaría, es mi amigo a fin de cuentas.
– ¿Dije algo ayer?
– ¿Eh?
– Algo como... No lo sé. Cosas.
– No. Bueno, balbuceabas, pero no dijiste nada en concreto. –Trato de callar la vocecita curiosa que me obliga a preguntar por <<ella.>>
<<No me dejes por él.>> Fue lo que dijo en su momento yonqui.
¿Quién será él? ¿Quién es Valeria?
– ¿No dije nada?
– No.
– ¿Segura?
– Sí, ahora vete. Me quiero cambiar.
Esos lentes lo hacen ver intimidante, ¿cómo es que no me di cuenta antes?
– Entonces te espero afuera. Quiero hablar contigo.
Cuando sale de mi habitación, me apresuro a ponerle seguro a la puerta. Al alejarme suelto un enorme suspiro de miedo que no sabía tener. Me dio terror que me fuera hacer algo, lo que suena a locura porque se ve que es súper agradable a la vista; pero aun así tengo que andarme con cuidado. Raúl es mayor que yo.
– Nick también –dice Estela.
– Sí, pero no sé qué es..., por qué con él tengo más confianza.
– Porque lo quieres.
– No lo quiero.
Hoy trae unos shorts naranjas estilo Chihiro. Se ve tan linda. Yo tenía unos así de pijamas. ¿Quién sabe que pasó con ellos? Ah, sí... Mi padre me los tiro a la basura por estar demasiado cortos.
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Así Son Las Cosas [Así somos #1] ✔️
Teen FictionCuando Miel recibe la golpiza de su vida, decide irse a vivir lo más lejos posible de su padre. Encontrará consuelo en su tía Andrea, quien le ayudará a escapar a la Ciudad de México en donde reside la disfuncional familia de Raúl, los que le darán...