58. ¡¿Por qué carajos me esfuerzo contigo?!

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Todos sus hermanos se me quedan viendo y no sé el por qué. Daniela tiene mala cara, pero trato de sonreírle lo más que puedo para que sepa que no me afectan sus feas miradas; pero sólo consigo que frunza aún más el ceño, ella es una zorra, todavía no me puedo creer que en serio sea media hermana de Nick. Daniel me mira de vez en cuando con una sonrisa en los labios que es súper adorable. Gabriel me mira y mira a Nick y vuelve a posar la vista en mí, su cara poco confiable me incita a preguntarle en lo que piensa, pero me temo que diga algo inapropiado, o peor, que diga algo de más, o que pregunte algo que no sea su incumbencia.

A mí todavía no se me ha olvidado su pequeña escena en la fiesta. De no ser por eso, la farra habría sido perfecta. Ah, tampoco se me pasa el que Daniela haya querido humillarme con eso del karaoke y su intento por hacer que Alejandro y sus amigos me molestaran. Por suerte, terminé recibiendo elogios y aplausos, y a Nick salvándome de la parda de mandriles.

– Gabriel –habla su padre–. El director dijo que dentro de muy poco estarás en la lista de abogados para que presentes tus notas.

– Lo haré –mira a mi chico, y su sonrisa me lleva a pensar lo que nos espera–. También Nick debería presentar ciertas calificaciones... ¿No crees, papá?

Nick le lanza una mirada asesina a su hermano. No tan intensa como el día de la fiesta, pero sí es amenazante. Espero que su padre se dé cuenta de las intenciones de su hijo, en cambio sólo se dedica a proseguir como si nada.

– Es verdad. Nick presenta tus notas junto con tu hermano, por favor.

Lo veo en su estado pasivo agresivo. Gabriel tiene una mueca detestable que arruina todas sus bonitas facciones, Daniela tiene la misma cara socarrona que me hacen querer golpearla.

– No lo hará papá –se atreve a interrumpir Daniela.

<<Maldición>>

Primero Gabriel y ahora Daniela, al paso que vamos también debería decir algo Daniel, ¿no? Parece que estos dos se pusieron de acuerdo en provocar a su hermano.

– ¿Qué dijiste Daniela? –pregunta su madre. Claro que conserva su tono pacífico porque estoy yo en la mesa y porque ella es una dama. Claro, a diferencia de su hija.

– Nick no puede presentar nada porque no tiene sus notas. Hace tiempo que dejó de ir a la universidad.

– ¡¿Qué?! –exclama su padre.

– ¿No es verdad, Nico? –pregunta ella con sus dos cejas depiladas a modo: te acabo de joder.

La respiración de Nick se pone tensa, mientras le lanza puñales con los ojos a sus dos hermanos. Debe pensar lo que yo.

– Nick, ¿a dónde vas entonces en todo el día? –pregunta pacientemente su madre.

– Sí voy a la universidad –dice tratando de controlar su ira.

– Entonces..., me estás diciendo, que en todo este mes no has hecho nada de tu vida –la paciencia de su padre va por los suelos–. ¡Demonios, Nicolás! ¡¿Por qué carajos me esfuerzo contigo?! ¡¿Qué es lo que está mal en tu vida para que sientas que debas arruinarla sin educación?!

Analizo los rostros de los presentes en la mesa: Daniel tiene la mirada en su plato a modo sumiso. Daniela está temblando por él arrebato de su padre. Gabriel me mira con la misma cara de póquer. Regina trata de controlar sus lágrimas en lo que se debate entre interferir o dejar a su marido que le aviente mierda a uno de sus hijos.

Parece tomar una decisión.

– Mi cielo, por favor –toma una de sus manos y lo obliga a centrar su atención en ella.

El Señor Bonnet tiene mucho en común con Carolina, a ambos los controlan sus mujeres.

– Disculpen –dice una vez que se levanta de la mesa con la cara roja de furia.

Regina se apresura a salir corriendo detrás de él; me pregunto si así me veo yo cuando voy por Nick, por el amor y la pasión que desprenden, sé que sí. Al quedarnos solos, el resto de sus hermanos está en silencio al igual que yo.

Nadia entra por la puerta con un pastel de chocolate en manos y con una sonrisa tímida y a la vez cantante. Me temo que nadie tiene ánimos para festejar nada.

Daniela se limpia la comisura de la boca con la servilleta de su regazo. Gabriel sólo la tira a su comida y se apresura a salir con ella. Daniel pretende quedarse, pero la mirada que le lanza su hermana le hiela la sangre y se levanta a los pocos segundos.

No estoy muy segura del estado de Nick, sólo espero que su rabia no nos consuma.

Así Son Las Cosas [Así somos #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora