Capitulo 31: Miercoles, Manos a la obra

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Hola.... ¿alguien aquí?

Que diga/escriba más bien; Puchale Play.


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MIERCOLES; Faltan dos días para entregar el trabajo.

SÁBADO: Noche de Graduación

Había un ruido que no dejaba de persistir. Era de forma ascendente a cada vez más fuerte, el dueño no se quería levantar, menos se quería dormir pues alguien más le abrazo oculto bajo las sábanas enormes de su cama.
Solto un quejido cuando el teléfono callo y de nuevo sonó. No pudo aguantarlo más, peleo con el contrario y extendió su mano al buro.

-Joven Giorno, sus padres acaban de salir y Bruno le llama con urgencia- oyó la voz femenina, haciendo al chico reaccionar. Se sento a la cama, tontamente peinó sus cabellos y sin decir palabra alguna salió de las sabanas para ir al balcón.

Justo vio los carros salir por separado, tallo sus ojos y corrió al baño. Lavo la cara, cepillo su cabello y los dientes, mientras la sábana de su cama se movía buscando a alguien.

-Ya vete, tienes que irte- ordeno Giorno, haciendo que el contrario se levantara contra su voluntad, sentándose a la cama -Amore, ya te pedí un taxi, ahora vístete y vete- le pidió de nuevo.  Y un chico piel morena gruño.

El rubio le aventó su ropa, abrió su móvil y antes de poder hacer algo, este sonó. Se le habían adelantado a devolver la llamada

-¿¡Donde rayos estas!? ¿¡Sabes que hora es?!- se quejó la voz a través de la bocina, con furia, miedo, molestia. Mientras el miraba a su visita vestirse.

-No es para tanto, ya estoy aqui- respondió sintiendo como el recién despierto, fue con el rubio para abrazarlo y llenarlo de besos. Claramente el contrario sonrio y le hizo señas de parar a la vez que una mímica improvisada, le decía que ya se fuera, probablemente el taxi ya lo esperaba.

-¿Qué sucede Bruno?- pregunto, caminando a la puerta de su habitación. Nana ya estaba distrayendo a las mascotas para dejar que la visita se fuera -¿Bruno?-

-No sabes que, olvídalo, yo me las arreglo- contesto la voz del auricular. El rubio trató de descifrar tan corto y extraño comportamiento

-Bruno, dime ¿qué paso?- volvió a insistir con la misma duda, oyendo al contrario refunfuñar. Se enfocó en el, que olvido despedirse de su novio, quien volvió corriendo escalera arriba hasta donde posaba el, apoyado contra el barandal.

-Voy a salir a comer con Leone, ¿sí?- confesó el pelinegro, a la vez que el rubio recibía un beso de despedida en su mejilla. -Y no, no es una cita, solo vamos a comer- continuo diciendo, mientras el chico jalo de su pareja para darle un beso corto y veloz a los labios, a la vez que le despido con un gesto y el corría a su habitación

-¡Dimelo todo!- reaccionó a aquella frase, el pelinegro caminaba por todos lados de su casa, finalmente vacía -¿A dónde van a ir? ¿Cómo te vas a vestir?- pregunto ansioso, yendo a juntar cosas, para después caminar escalera abajo a paso apresurado.

》No, espera, voy para alla- le dijo el rubio, cerrando el móvil y cargando sus cosas -¡Nana, voy con Bruno, vuelvo más tarde!- grito en señal de despedida, sin siquiera esperar respuesta, alcanzando a su visita que apenas iba abordar el taxi, y este le detuvo para compartir el vehículo, yendo ambos a diferentes destinos, sin contar del todo porqué.

En la mañana, ni siquiera la alarma había puesto para madrugar y para sorpresa del anfitrión no esperaba que su visita se levantara más temprano. Junto sus cosas, no hizo ruido y solo le vio dormir, igual que a aquella vez pero con la diferencia que no vestía sus lentes.

Verano (AbbacchioxBruno)Where stories live. Discover now