Capitulo 14: Domingo

1K 141 25
                                    





Domingo: Cuatro días para la entrega.



Echó todo un recorrido por todos lados, camino en diversas partes de la ciudad. Sabía que aunque era un día de descanso, ellos se metían a escondidas y con rebeldía hasta aquel lugar.

Se aventuro por los callejones y justo cuando caminaba más lento, y jugaba con el cigarro apagado entre labios, los encontró.

"Meow" se escucho un ruido, el torció la boca y miro a un chico de chamarra naranja, seguir jugando con hilo y soltó otra risa. Cuando lo vio, reacciono a la defensiva y uno que estaba sentado al piso, con brazos cruzados lo miro.

No se dijeron ni una palabra, solo se miro el trio entre si, mientras el gato huyo al primer escondite que encontró. Haciendo que el recién llegado, hurtara en un bolsillo de su ropa y arrojara un objeto al de chamarra. Lo atrapo para verlo, era una lata de comida para gatos.

-¿Que se te ofrece... Prosciutto?- pregunto el que permanecía sentado al piso, haciendo que el rubio solo enarcara la ceja. No debía de sorprenderse, al notar que supiera su nombre.



-Tu debes ser Iluso, él que todo lo ve- le contesto, oyendo a cambio una risa sutil y burlona. Mientras el de chamarra naranja, abrió el empaque, para alimentar al felino.

-Si come, te seguiré escuchando- le respondió, mientras veía a la distancia, como destapó la lata para ponerla al suelo -Y tu no le hables Formaggio- le señalo al otro que no hizo otra cosa más que apartarse. El rubio espero y el dúo solo vio como el olor llamo la atención del felino para que fuera enseguida a comer.

Solo una sonrisa en la imaginación de Prosciutto, y el otro volvió la vista a él, con un sarcasmo tan obvio.

-Tenia hambre, viniste en buen momento- se burlo Formaggio y Prosciutto se acerco más a ellos.

-¿Qué se te ofrece?- pregunto Iluso, de nuevo, viendo al otro de pie.

-Quiero saber si hay otra rata de biblioteca- se quejo, evitando mostrar emoción -Busco al que este ayudando a Abbacchio, y no es el rubio de Giovanna- continuo diciendo Prosciutto, haciendo que Iluso torciera la boca.

-Imaginaba que vendrías por algo mejor- se burló Iluso, encogiendo de hombros y Prosciutto hurto la cajetilla de cigarros de su ropa.

Tomo y prendió el encendedor, dejo rápidamente escapar el humo entre sus labios y guardo el objeto en su bolsillo.

-Dame la información, si no quieres meterte en problemas- amenazo sin titubeo, haciendo que el de chamarra naranja, caminara hacia el. Ambos se miraron entre sí, no apartaron la vista uno del otro, y antes de que cualquiera hiciera un movimiento, fue Prosciutto que puso una mano al hombro, extendió un paso al lado de Formaggio, interponiendo el pie tras de el, con habilidad para empujar al chico contra el suelo.


Formaggio fue tomado con la guardia baja, cayó y antes de poder hacer algo en su defensa. Prosciutto había sacado su navaja Suiza* para amenazar al chico.

-¡Hey!- reaccionó Iluso en su defensa -¿Qué demonios te pasa? ¡Guarda eso!- reclamó haciendo al rubio retroceder y guardar su herramienta.

-Lo que yo haga después, no es de su incumbencia, pero más vale que me ayuden si no se quieren meter en problemas- ordeno, con una amenaza y dejo que Formaggio se levantara del piso, mientras Iluso quedaba a su lado. El gato, del susto, se había escapado.

》Risotto Nero, los compensará por su buen trabajo- continuo diciendo, provocando que el dúo se mirara entre sí. Ellos conocían ese nombre, incluido el de Abbacchio, y si por ellos fuera preferirían hacerse a un lado pero justo ahora, ya los estaban involucrando.

-No sé quién...- intento decir Iluso, haciendo que Prosciutto tronara los labios. El chico quedó callado y Formaggio rompió el silencio.

-Son dos personas a las que buscas- le contesto, llamando la atención del rubio -Puede que estés buscando a Ghirga-

-No- interrumpió Iluso, haciendo que Prosciutto le mirase impaciente

-Escúpelo, ya- ordenó una voz diferente, haciendo que el dúo frente a Prosciutto quedara paralizado. El joven rubio volvió la vista atrás, reconocía aquella voz con facilidad y justo tras de el, con el gato en sus brazos miró al trío.

-Tssk- maldijo Iluso, intentando controlar el nervio, y Formaggio desvió la mirada -Si no es Giorno Giovanna, quien esta ayudando a Abbacchio debe ser...-

-¿Quién?- reclamo Prosciutto, se le agotaba la paciencia -¡Maldita sea, dilo ya!-

-Oye.. esta recordando- le defendió Formaggio, mirando a su amigo -Piensa rápido, y diles quien es- le pidió

-Bruno Bucciarati- finalmente contestó, llamando la atención del dúo -Giovanna y Bucciarati son los que están a cargo de la biblioteca este año, así que si no es el rubio...- señaló Iluso, mirando a Risotto acariciar el felino.

Soltó al gato en silencio, se lo entrego a Formaggio, quien lo tomo rápidamente y el alto se marcho. Prosciutto solo pudo inhalar un poco más de nicotina y sonreír al dúo.

-Gracias por su ayuda- les contesto el rubio, viendo a la pareja -Aunque, recomiendo que no se alejen, puede que de nuevo venga a buscarlos- se despidió Prosciutto, dejando al dúo atrás. Intento alcanzar a Risotto, seguirle el paso, pero una vez más, cuando trato de hacerlo, el hombre se había marchado.

No sin antes, enviarle un mensaje al muchacho.

"Buen trabajo. Encuéntralo y avísame"

-Maldita sea- maldijo al leer el texto, pensando a donde ir o a donde más pedir ayuda.



Cuando llegaron a su casa, Bruno se sintió en confianza, algo más relajado y además con menos molestia por la cruda. La pastilla había ayudado contra el dolor, el café lo había despertado y un par de lentes oscuros que le presto Abbacchio al notar como no dejaba de parpadear, durante el camino, cuidaban de su vista.

-Llegamos- anuncio el mayor, y salió del auto para ir a casa, con la mochila del pelinegro y éste con lentitud y cautela bajaba para seguirle el paso.

》 Por cierto, ya cumplí lo que me pediste- alzo la voz, pasando al interior del lugar y subió escaleras arriba, para dejar a Bruno al pie de la puerta, que sin palabras que lo pidieran, cerro -¡Maldición!- se oyó una voz, él reacciono, Bruno alzo la vista al final de las escaleras y Abbacchio volvió bajando tan solo un par de escalones, detener su paso y sacar el teléfono de su bolsillo.

-¿Pasa algo?- apenas pregunto el joven pelinegro, Abbacchio le alzo la mano, pues había marcado y esperaba que contestaran

-¿Fugo? ¿Dónde estás?- hablo, tan pronto le habían respondido -Si, si...- soltó un fuerte suspiro, parecía de alivio, según a lo que miraba Bruno. El joven pelinegro, solo pudo dedicarse a seguir mirando, como desapareció Abbacchio solo un segundo, no colgaba el teléfono y enseguida bajo, con las llaves en mano.

-Bien, diez minutos- resalto y colgó, quedando de pie al lado de Bruno para mirarle. Apenas se tallo el cabello un poco, torció los labios -Olvide mi carpeta con Fugo- continúo diciendo, dándole una explicación al pelinegro

-¿Qué carpeta?- pregunto tontamente, Abbacchio se limitó a hacer una mueca, encogiendo de hombros.

-Pase todo en limpio, como me lo habías pedido, incluso pedí la ayuda de Fugo para que me dictara antes de entrar a su trabajo, Mista es pésimo para leer- bromeo el mayor, Bruno sonrió ante aquella queja

-¿Quieres esperar aquí?- pregunto. Bruno apenas alzo las cejas en señal de sorpresa, intento hacer un gesto, pero las palabras se escapaban de su mente.

-No, no... te acompaño-

-Créeme- interrumpió Abbacchio, negando sutilmente -Lo menos que quieres es que te de el sol y salir, no tardare demasiado, iré rápido- le contesto, señalando la pequeña sala y escalera arriba

-Pero...- intento decir Bruno, pero no fue escuchado.

》Descansa un poco más, en lo que vuelvo- continuo diciendo, pero antes de que Bruno pudiera formar alguna palabra, Abbacchio abrió la puerta para salir, dejando al pelinegro con la puerta abierta.

-Esta bien- susurro para si mismo, y volvió la vista al interior. Estaba totalmente solo en casa ajena.

¿¡Ahora qué hago!? - fue lo único que pensó el muchacho, mientras veía a su alrededor. Siendo sinceros, Abbacchio tenía razón, no quería estar afuera pues aún le molestaba el poco rastro de cruda que quedaba.

Por un instante, tuvo la idea de subir y conocer la recámara de aquel joven, conocer más de el, incluso saber sus secretos. Sin embargo, solo apretó el puño débilmente en señal de regaño.

Por lo que al final, miro la sala, noto el reproductor de discos y recordó aquella ocasión que había cantado a su lado. A decir verdad, jamás creyó que tendría aquel privilegio, ni siquiera en sus sueños. Camino al mueble e intento buscar y adivinar cual era el disco que había puesto. Tenia varios y peor aún, eran varios discos de aquella banda.

Trato de pensar, intento recordar, buscar alguna pista y solo pudo pensar en el. El tono de su voz, la forma en que canto, su mirada perdida en papel, sus labios mover e imaginar aquella boca besar.

Bruno reaccionó, abrió los ojos en par. Incluso hasta ese momento, recordó en quitarse los lentes que aún vestía adentro de la casa. Los lentes de Abbacchio.

Sonrojo en un parpadeo, y con la caja del disco en mano, no supo si fue suerte o destino, leyó el nombre de una canción "...Wildest dream"

Prendió el aparato, puso el disco y presionó los botones hasta el número de aquella canción. Busco su café, incluso tomo la bolsa con aquel bocadillo y mientras escuchaba la melodía, comía, recordaba, imaginaba.


Solo en eso imaginaba, puso su mente a pensar, en divagar e imaginar un escenario para aquella canción, aunque no supiera correctamente la letra.

Se reclino contra el mueble, soltó un bostezo y siguió pensando en eso, imaginando aquello, donde poco a poco sobre el sillón, una vez más, se quedaba dormido.


Deseando que ese domingo, tuviera un sueño con Abbacchio.

☆.☆.☆.☆

Demonios
¡intentaba hacer el capitulo más largo!

Me he quedado sin internet, así que con lo poco que tengo de datos, vine actualizar esto.
Espero valga la pena y haya gustado

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEER!

Verano (AbbacchioxBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora