Capítulo 42: Viernes (1er Parte)

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Tengo esta sensación, que no debo "escribirles"
Y solo  ir directo a lo que importa
.
¡Espero lo disfruten!


☆.☆.☆.☆
Cuando uno pensaba que todo terminaría como miel sobre hojuelas, a veces pregunto ¿es posible que pasara algo así?

¿Un final de esta forma?

Ambos amigos se limitaron a verse, estar en silencio de la habitación del rubio mientras se trataba de entender el porqué.

¿Por qué estaba así?

Es decir, después de un reconfortante abrazo, lo único que pidió a su mejor amigo era irse a casa. Que se fueran de ahí.

Giorno le dijo a su novio que de favor los llevase, le dieron un aventón al menor de todos y el novio del rubio llegó a su destino para dejar a la pareja de amigos en el patio de la casa.

-¿Estarán bien?- preguntó el mayor, torciendo un poco sus labios y apenas recibió un beso a la mejilla de su novio, para después irse directo hasta la habitación.

-Nana, lleva merienda a mi recámara- dijo el hijo de familia, llevando a su amigo de la mano. Apenas oyendo una afirmación de la mujer, para subir las escaleras y ambos encerrarse los dos.

El tiempo había pasado, habían comido y se habian mirado el uno al otro sonriendo un poco al inicio. Pero a pesar de los lentes, Giorno podía ver más allá de aquellos cristales.

-¿Ya me vas a decir, porque tenemos estas caras largas?- hablo finalmente el anfitrión, viendo como el pelinegro dejaba el traste vacío, sentado en el piso, mientras el rubio estaba sentado contra la cabecera de su cama.

》Se supone que deberíamos estar alegres, pegando el grito por todos lados si dices que Abbacchio se graduó- continuo hablando, soltando un suspiro y dejo la cuchara con sabor de pudín entre sus labios -Sobre todo tu- balbuceo

-Y lo estoy- contesto Bruno de repente -Estoy feliz que se gradúe, ¿o que quieres que haga?- pregunto confuso, volviendo la vista a su amigo

-¿Es en serio?- respondió Giorno, sin recibir respuesta del pelinegro -Bueno, pues deberías estar con el, tomados de la mano, yendo al cine o a comer para celebrar o yo que se, pero no aqui- se quejo el rubio, viendo a Bruno soltar un resoplido y buscaba que golosinas abrir, descubriendo ahora una bolsa de papas

No iba a responderle.

El silencio predominio unos segundos, donde uno comía papas y el otro solo le miraba.

-Bruno- suspiro el rubio, bajando de la cama para sentarse en el piso, cerca de el -¿Bruno?-

-Puedo oirte- dijo el pelinegro a la defensiva, sin voltear a verlo

-Pero yo quiero que me mires- respondió su amigo -Bruno-

-Giorno, ya todo se acabo ¿si?- le contesto el joven pelinegro, volteando a ver a su amigo directamente -Ya le ayudé a terminar su trabajo, ya lo entrego y ha pasado, así que ya no hay razón para que sigamos hablando, ¿lo entiendes?- continuo diciendo, mientras el rubio apenas pudo mantener su mirada

》Ya no hay nada que hacer, ya todo termino, el se va ir y a-además…- tartamudeo, sintiendo reseca su garganta -Ademas, ya habíamos dicho que el no es como nosotros-

-Bruno, el…- intento hablar Giorno, recibiendo a cambio, un gesto del pelinegro que levanto su mano para hacerle callar

-No Giorno- interrumpió -Aun si hubiera esperanza, el no andaría con alguien como… alguien que… que…-
Bruno, no pudo decir otra palabra y su mejor amigo lo único que pudo hacer fue abrazarlo, para después ser correspondido por el mismo gesto.

Verano (AbbacchioxBruno)Where stories live. Discover now