Verano (AbbacchioxBruno)

Capitulo 11: Respira Bucciarati (Pt. 2)

Lo sé, lo sé, dije que no tardaria pero... falle.

:(

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Y así fue como pasó, Bruno había pedido a Abbacchio que todos sus apuntes los fuera pasando a limpio, sin embargo, al final no me hacía caso.

"¿Por qué ahorita? Cuando terminemos yo me encargaré de eso" fue lo que le contesto, cuando se lo recordó, Bruno no hizo más que acomodar los lentes y asentir. Al menos lo sabía y se lo repetía, mientras estuvieran trabajando, el controlaba sus emociones sin problema.

-Ya vuelvo- dijo Abbacchio, quebrando el silencio de los dos, al estar el escribiendo más apuntes y Bruno esperaba atento a que terminara, cuando le veía sostener la pluma y rayar la hoja, el pelinegro podía jurar que tenía una caligrafía hermosa, aunque cuando se equivocaba, era sucia, pues el mismo joven rayaba líneas sin descanso sobre cada letra para ocultarla en lugar de borrar para hacerla desaparecer. Con sutil agilidad, su letra común, se convertía en cursiva y legible, el bolígrafo bailaba sobre el papel.

-Sí, está bien- fue lo que contesto el chico de cabellos negros, al estar sumido en aquel pensamiento. Abbacchio se levantó de su silla y camino al mueble de la sala, buscó un par de cajas, discos donde luego encendió la grabadora y su teléfono sonó.

Bruno desvió su mirar hacia el móvil que tenía sobre la mesa, vibró y prendió la pantalla, donde antes de emitir algún ruido, él lo calló.

-Abbacchio- alzo la voz Bruno, tapo el móvil en sus manos -¿Puedo pasar a tu baño?- pidió, tan pronto le miro.

-Sube la escalera, es la última puerta- indicó e hizo caso. Ambas casas eran similares, sin duda, a diferencia que, en la casa del alto, dominaban colores grises, blancos y morados. Especialmente el blanco, todo su baño era blanco, y el celular de nuevo vibró. Antes de que pudiera oír alguna melodía, contestó

-¿Hola?- hablo Bruno pero sonrió una voz, del otro lado de la línea, que luego sonó en risas

-Un pudin- se oyó, que hablo con alguien más, Bruno reconoció esa voz.

-Hey Bruno, ¿cómo va todo?- finalmente le pregunto a él, su tono era muy alegre -¿Ya se besaron?-

-Cállate la boca- le reclamo Bruno, con la misma sonrisa al rostro -A ti ya te besaron hasta el alma, ¿eh?- señaló el pelinegro, viendo el par de flores sobre el lavabo del baño, vaya toque decorativo. Su sorpresa, fue descubrir que eran naturales, tan pronto toco los pétalos.

-Mista besa tan...-suspiro con una enorme sonrisa en el rostro -Me trajo a pasear, y ahorita fue a comprar un postre, así que poco tiempo tenemos, ¿cómo vas con Abbacchio?-

-El es hetero- señaló el pelinegro, antes de que pudiera decir algo más su amigo

-Ay, Bruno-

-Ay nada- reprocho el pelinegro, mientras suspiraba –Y no insistas, entre él y yo no va pasar nada, solo estamos trabajando-

-Mista me dijo que...-

-¡Giorno!- alzo la voz Bruno, así como rápidamente se tapó la boca, sentía que había gritado y miro a la puerta, esperaba que Abbacchio no se diera cuenta –Ya te dije que no va pasar nada, deja de insistir-

-¿Podrías dejar de repetir lo mismo?- hablo Giorno del otro lado de la línea, lo que no podía ver el pelinegro, es que un tercero se acercaba al rubio –Ya viene Mista, me tengo que ir-

-Bien, y no...-

-Ya, ya, ya- interrumpió Giorno con rapidez –Ya lo entendí, es solo... ¿Puedes al menos intentar conocerlo un poco más?- pregunto el rubio, mientras Bruno se reclino contra la puerta del baño, no podía salir aun.