Capitulio 36: Problemas.

446 57 85
                                    

Creo que el consejo, es no escribir si "no se esta de buen humor"

Pero necesitaba espabilar

☆.☆.☆.☆

Leone creyó ver a alguien conocido salir del instituto, le miro caminar de espaldas. Se le hizo familiar, pero al final de cuentas le ignoró.

Busco su teléfono, pensó hacer una llamada pero dudo. No había buscado en la escuela a alguien, a una persona que creyó que estaría en el colegio antes que el.

A su lado, era un nerd, pero con aquel cambio de imagen, era alguien muy guapo, no podía negarlo.

Camino al salón de vuelta con tranquilidad, abrió la puerta y no miró a nadie, pensó a donde más ir, descubriendo a una segunda persona caminar a la distancia también de espaldas.

No le puso atención de quién era, pero mientras más lo ignoraba, más extraño estaba. No lo encontraba.

Olvido el descaro, ignoro el atrevimiento y se dispuso a realizar una llamada donde el contrario no respondió. Se inquieto.

-Oye, ¿sabes dónde está Bruno?- hablo tan rápido alguien más levanto la bocina, el mayor continuo caminando en el interior del edificio, buscando a alguien en algún pasillo.

-¿Eh? ¿Leone, ya llegaste?- le contesto el menor del otro lado de la línea, viendo el reloj. Apenas iba a marcar la una.

Bruno y Leone quedado de verse a cierta hora, y el joven de cabello rubio se había sumergido en el trabajo, que ignoró la hora que marcaba el reloj.

-Sí, ya entregué mi trabajo también- le contesto el mayor, hablando de más -¿Esta Bruno contigo?- preguntó con atrevimiento

El tiempo ya había oficialmente llegado, si es que habían acordado verse a una hora el día de ayer, no pudo recordarlo, apenas habían pasado cinco minutos que se detuvo, había caminado por cada pasillo, pero Leone no pudo evitarlo, ya se estaba preocupando.

¿Pero como no hacerlo?

En la madrugada, tras la platica con su madre, el se había rendido.

Ya había aceptado que se había enamorado de él, sin embargo aun no se lo ha confesado, y no esperaba por el momento de poder lograrlo. Aunque incluso justo ahora, no estaba planeado como hacerlo, como expresarlo, solo quería mirarlo.

-¿Dónde estás?- murmuro Leone de nuevo en voz baja, llegando al comedor. Miro a la cocinera limpiar las mesas, a otro limpiar el piso y todo se miraba vacío.

Las vacaciones ya se sentían en la escuela, ya no había casi nada de gente, apenas y Leone pudo tomar asiento en una banca. No supo en qué momento la llamada colgó.

Se mordió los labios, miraba a su alrededor, seguía esperando y no le encontraba. Agitaba la pierna, movía un dedo dando golpes a la mesa, el trabajo ya estaba entregado, solo debía esperar y poderse graduar. Sin embargo Leone no aguanto más en pensar todo aquello, se puso de pie y camino al pasillo, todo se miraba mas vacío, y eso no le estaba gustando

-¡Giorno!- alzo la voz rápidamente, notando al chico de pelo rubio caminar con el par de libros, probablemente a la biblioteca y corrió hacia él -Giorno, ¿Has visto a Bruno?- le pregunto de nuevo, acercándose a él rápidamente

-¿Qué?-

-Bruno- reacciono, alzándole la voz. Se empezaba a mostrar desesperado -Bruno, Giorno... ¿Donde está Bruno?- insistió de nuevo repitiendo sus palabras

-Se suponía que se reuniría contigo- apenas y se limito a responder, algo confundido. Nunca había visto al "chico malo" del colegio reaccionar así.

-No ha llegado- contesto Leone seriamente, mirando al chico y a la vez a su alrededor. Tenía que aparecer Bruno

Verano (AbbacchioxBruno)Where stories live. Discover now