Verano (AbbacchioxBruno)

Capitulo 21: Aún es lunes

Antes de cualquier otra cosa ¡Hola!

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-Se lo pido, por favor-

Esas palabras fueron las que volvió a oír del muchacho, que aparecio de repente en su camino, sintió que había salido de la nada y le tomó por sorpresa. No le costó mucho trabajo reconocerlo, saber quién era, pero aun así, le había tomado con la guardia baja

-Por favor- le repitió el muchacho, quien tan pronto alzo la vista a él, vio aquellos ojos color miel –Señor Joestar- pidió, mirando aquel adulto de cabello azulado, quien solo se limitó a sonreír un poco, nervioso para ser exacto, quien tras respirar profundo y soltar un suspiro, asintió.

Ese gesto, es el que esperaba recibir aquel joven sorpresa, quien rápidamente sintió un alivio enorme en su interior y se limitó a asentir una y otra vez al mayor, en señal de agradecimiento

-Iré a pagarle a los chicos un taxi, tú espérame en el comedor ¿entendido?- se excusó el mayor, al recordar que no venía solo

-Enseguida señor Joestar-

-Jonathan- le corrigió con sutileza –Fuera de la escuela, puedes llamarme Jonathan... Mista- le dijo el mayor de nuevo, dejando que el muchacho apenas hiciera un ademan de que entendía, para después obedecer la orden, y dejar que Jonathan, se apartara de el en cuestión de minutos.

Tan pronto se alejó del muchacho, tomo su móvil para avisar una llamada en casa y otra más para ubicar a su hijo, quien le respondió en respuesta que ya estaban en puerta, fue una conversación corta en la cual no hubo muchas preguntas, Jonathan había dado aviso en casa que Nana nuevamente esperara a su hijo en puerta, pues ella pagaría el pasaje tan pronto el dúo llegara a su destino.

Solo que su hijo, antes de  colgar le hizo una petición, que el mayor no negó, y si eran dos contra uno, su padre Dio no tendría opción

"¿Puede quedarse Bruno en casa?"

La respuesta, obviamente fue un sí.

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Cuando el muchacho llego a su destino, esta vez no le miro acompañado, el joven que había delatado el paradero del dúo se había separado, es decir, ahora solo Fugo Panacotta esperaba a su amigo, quien en sorpresa llegó acompañado de una chica esbelta de cabello largo y castaño

-Hey Abbacchio- le saludo, dando una sonrisa totalmente discreta, pues hacia memoria de donde le había visto antes, a aquella acompañante que traía el recien llegado. Probablemente, del colegio o de su trabajo

-¿Y Mista?- le contesto en señal de saludo, pero su amigo solo encogió de hombros –No me digas que fue detrás de Giovanna- se quejo

-Solo salió corriendo, pero no fue con él-

-¿Y cómo lo sabes?-

-De ser así, ya nos habría avisado ¿no crees?- respondió Fugo, siendo certero y totalmente seguro de sus palabras, Abbacchio siempre le reconocía que era muy observador e incluso atento a las cosas, aunque a veces eso le daba pendiente, pues aunque hubo una ocasión que le pidió que no le examinara a él. Sospechaba que lo hizo en su momento.

-En ese caso, pronto aparecerá- señalo Abbacchio, tomando de la cintura a la chica, que Fugo había notado a la distancia, observó que el alto camino de las manos con ella antes de llegar con él. Fugo no hizo nada más que quedarse en silencio, ver como ambos muchachos compartieron algún murmullo, una sonrisa quisquillosa, más notoria en aquella fémina y sin titubeo alguno, la chica alzaba su rostro al del alto para dejar un beso en la mejilla