Capítulo 18. Enamorada de Daniela

7.7K 593 134
                                    

La semana iba pasando y Patricia en ningún momento coincidió con Daniela, hasta el jueves por la mañana, que iban a coger justo las dos el ascensor. Daniela iba con una camiseta blanca que enseñaba su terso y moreno abdomen, unos jeans muy ajustados y rotos a la altura de las rodillas y unas converse blancas de bota, mientras que Patricia iba con un traje y una blusa entallada que le quedaba perfecta al cuerpo. Las dos se miraron a los ojos y Daniela enseguida quitó la mirada. Patricia la ponía taquicárdica. Era totalmente inevitable. 

-Hola Daniela... Buenos días. ¿Bajas?-La doctora quería hablar con ella pero no le iba a dar tiempo de hablar de nada y además no era el momento, porque ella se iba a trabajar y Daniela a la universidad. 

-Buenos días doctora, sí, bajo- su estómago comenzó a sentir mariposas al ver que se iba a meter con la doctora en el ascensor. 

-¿Qué tal los exámenes?-Le preguntó Patricia por preguntarle algo. 

-¿Acaso le importan mis exámenes?

-Si te pregunto es porque me importa…

-Mis exámenes bien. Gracias. 

-Ya me imagino. Daniela...Me gustaría hablar contigo.

-Creo que no es necesario que hablemos. 

-Pues yo creo que sí. 

-¿Y de qué quiere que hablemos?¿De lo bien que se lo pasa con su amiga por las noches?

-No...De eso no quiero hablar - Patricia estaba avergonzada. 

Cuando el ascensor llegó a la planta calle, Daniela se disponía a salir del ascensor, cuando de repente la doctora la cogió suavemente del brazo.

-¡Suélteme, por favor!

-Necesito hablar contigo, sobre nosotras…

-¿Nosotras? Usted no quiere que haya "un nosotras", así que mejor siga con su amiga y a mí déjeme tranquila- Consiguió soltarse de la mano de Patricia y salió corriendo del portal. 

A Patricia le dieron ganas de llorar, pero se tuvo que contener porque no quería que la vieran así en el hospital, con todo el maquillaje corrido y los ojos llorosos. Y no le dio tiempo ni de preguntarle qué había hecho con la maldita profesora. 

Daniela subió a la moto de Ana y se fueron directamente a la universidad. La joven no entendía nada. ¿De qué quería hablar la doctora con ella si le había dejado claro que ella era muy joven para ella?y que a ésta, le gustaban las mujeres y no una niña como ella. Tal vez lo que quería era jugar con ella. Igual sólo quería divertirse con Daniela. Pero ésta no sólo quería eso. Lo quería todo de la doctora, quería que fueran pareja, amantes, amigas, quería poder dormir con ella todas las dichosas noches, quería que la poseyera...joder, ¡Qué mal estaba de la cabeza deseando algo que no iba a ocurrir nunca! Esa mujer la estaba volviendo completamente loca. 

A primera hora Ana y ella tenían examen de Historia de la Arquitectura 2, y más a media mañana tenían de Fundamentos Matemáticos en la Arquitectura 2. 

Mientras a Ana le costaba mucho aprobar justa las asignaturas, Daniela llevaba muy bien las dos asignaturas y sabía que iba a sacar muy buena nota, pero no podía sacarse a la doctora de la cabeza y lo que había pasado con ella en el ascensor. Sólo esperaba que sus pensamientos no influyeran en el resultado de los exámenes que debía hacer esa mañana. Necesitaba sacar la mejor nota de todos. 

Y mientras Patricia estaba asqueada, apenada y pensando a todas horas en la joven, ésta no quería saber nada de ella. Justo lo que se esperaba. Pero ella no se iba a dar por vencida tan pronto. Iría al club a verla y a hablar con Daniela. Era el único lugar donde Daniela la escucharía. No le quedaba otra que volver. Aunque a decir verdad, estaba deseando que pasara lo que pasó la última vez que estuvo allí. Si por ella fuera, iría todas las noches a ese dichoso club a que Daniela le bailara y la masturbara noche tras noche...Pero no era cuestión de parecer una psicópata obsesiva con la joven. 

Ya en el hospital, se encontró en la cafetería con Lola. Tenía aún unos veinte minutos de descanso antes de tener que ponerse a trabajar.  

-Pati…¿Te ocurre algo?tienes cara de pocos amigos. 

-No, tranquila, estoy bien, sólo que estoy cansada. 

-¿Y qué tal con Elisa?- le preguntó Lola. 

-¿Qué? Bien, ¿por qué?-A Patricia le pareció raro que Lola le preguntara por Elisa. 

-Me ha contado que eres muy buena en la cama, jaja, pero también me ha contado que la llamaste Daniela en pleno folleteo.

-Joder, ¿Eso te ha dicho?¿Y por qué te dice esas cosas?, Es algo íntimo como para ir contándolo por ahí, ¿No crees?

-Si, tienes razón. Pero Elisa estaba muy enojada contigo, que lo sepas. Es que…¿A quién se le ocurre estar follando con alguien y llamarla por el nombre de otra mujer? Y por cierto, Daniela…¿Se refería a tu vecina?

Patricia suspiró. Ya iba siendo hora de que su amiga supiera lo que sentía por aquella chica.

-Si...Lola, se refería a mi vecina. Y sí...La he cagado, la verdad, tanto con Daniela como con Elisa. 

-Joder ¿Cuando pensabas decírmelo? Eres una cabrona. 

-No lo sé... Como a ti también te gustaba, no quería entrometerme.

-Patricia, ¿A quién no le gusta una chica como Daniela? Ya me extrañaba a mí que no te gustara. Además...a mí sí me gusta ella, pero tengo clarísimo que yo a ella no. 

-Verás...Me tiene loca, puedo decir que estoy enamorada de ella, pero la he cagado. Además, sus diecinueve años me tiran para atrás. Pero también es verdad que es muy madura para su edad y tiene las cosas muy claras. 

-Joder Patricia, si te gusta, no sé dónde está el problema. Es mayor de edad, es guapísima y tiene las cosas muy claras. Creo recordar que ya te lo dije, intenté besarla pero ella me apartó la cara. Es una chica con valores. Así que déjate de pensar tanto en la edad y piensa en lo que tú quieres. 

-Ya...El problema es que me vio con Elisa. Y luego Laura, su hermana, me dijo que estaba con una profesora suya, y que ella la trataría mucho mejor que yo. Su hermana no me quiere ni ver. Y te aseguro que si yo la he respetado, esa mujer no lo hará. No habrá dudado en hacer con ella lo que le plazca.

-Claro, es que quién va a respetarla con semejante cuerpo. Además es stripper, joder. No me extraña que tenga el local lleno. Te doy la razón, su profesora ya habrá hecho de todo con ella. Bueno, si Daniela quiere, claro. Porque si no quiere, estoy segura que no habrán hecho nada de nada. 

-Gracias por los ánimos, Lola. Joder no quiero imaginámela con esa mujer. 

-Pero tía, tú vales mucho si aún no te has aprovechado de ella aún queriendo ella. Eso no lo hacen todas ¿eh?

-Ya lo sé Lola. No sabes lo que me ha costado no besarla o tocarla. Tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no comérmela. La he tenido varias veces encima de mí y de verdad, me he vuelto loca intentando no sobrepasarme con ella. 

-Más tonta eres. Si ella quiere, adelante. Dejaros llevar por lo que sentís. Yo en realidad no sé lo que tendrá con esa profesora, pero si no tiene nada, yo me la comería.

-Sé perfectamente lo que harías tú…

-Tienes que aprender de mí, querida. No estás haciendo nada malo por acostarte con una chica de su edad. No es menor, no lo olvides.

-Lo sé, pero... Ella es virgen. Bueno, ahora ya no lo sé. Pero hasta hace poco lo era, y yo...No sé si estoy a la altura de su primera vez. Tiene que ser muy especial para ella ese momento. 

-Pues ya sabes amiga, hazlo especial para ella. Joder, diecinueve años, guapísima, un cuerpazo, stripper¿ y es virgen? Vamos Patricia, comportarte  como lo que eres,una mujer enamorada y madura, y actúa, anda. 

Tenía razón Lola, Daniela era mayor de edad y ya tenía la edad suficiente como para hacer lo que ella quisiera. Patricia tenía claro que el viernes iría al club a hablar con Daniela y si surgía algo más, ella no se detendría. Porque tenerla al lado, cerca o encima de ella la iba a volver loca. Pero también estaba segura que Daniela no querría ni bailarle ni intimar con ella. Después de haberla visto con Elisa, Daniela no querría saber nada de ella, y de sólo pensar en ello, el corazón se le partía. 

La joven stripper y la doctora. (2°Historia)Onde histórias criam vida. Descubra agora