Capítulo 50. Volviendo a las andadas

5.3K 376 112
                                    

Valeria y Carlos, los compañeros de Daniela, se llevaban muy bien. Y como querían conocer más a Daniela, le ofrecieron tomar una cerveza al salir del trabajo. Daniela, como no quería ser descortés y además no había hecho planes para luego, accedió a quedar luego con ellos. El despacho estaba cerca del hospital donde trabajaba Patricia. Lo que no sabía Daniela era que se iba a encontrar ahí con la doctora. 

Se dirigieron los tres a un pub que estaba muy cerca del despacho. 

Los tres pidieron una cerveza para beber y se pusieron a hablar muy animadamente sobre arquitectura. 

Patricia había salido de un turno largo y necesitaba una cerveza. Pero no le apetecía tomarla con nadie. Así que se dirigió sola al pub más cercano al hospital. No quería irse aún a casa. No quería tener tan cerca a Daniela y puerta con puerta, pared con pared, y a la vez tenerla tan lejos y no poder estar con ella. 

Elisa había intentado quedar en varias ocasiones con Patricia pero ésta le dio largas. No quería intimar más con la cirujana. Y no quería confundirla. Y para eso tenía que mantenerla lejos de ella.

De repente, cuando fue a pedir a la barra, vio de lejos a Daniela. A pesar de estar muy concurrido el pub, la distinguiría entre un millón de personas. Estaba sentada, tomando algo con una guapa mujer y un hombre. Patricia enseguida pensó que serían compañeros de trabajo, porque Laura ya le comentó que iba a empezar a trabajar en el despacho de sus padres. Además sabía que éstos tenían el despacho cerca del hospital. 

En ese momento no supo qué hacer. Se quedó bloqueada durante unos segundos. Luego cuando la camarera le sirvió, se decidió a ir a saludar a Daniela pero justo ésta se estaba levantando de la silla y se dispuso a bailar con la otra mujer. Patricia sintió unos celos inexplicables en ese mismo momento porque vio como esa mujer la cogió por la cintura como si la joven le perteneciera. Y Daniela, como siempre, estaba preciosa. 

Patricia se dirigió a ellas sin pensarlo. 

-¡Hola!¿Me dejarías bailar con ella, por favor?

-¿Qué?¿Y quién eres tú?

Justo cuando Patricia le iba a contestar, se adelantó Daniela.

-Tranquila Valeria. Ella y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Es una amiga.

Patricia entró en cólera. ¿Cómo que eran amigas? Pero no quería dejar a Daniela mal, no con esa mujer, ni con el hombre que las acompañaba, y más si éstos eran compañeros de trabajo. 

-Bueno, si os conocéis, claro. Lo siento, ya bailaremos en otro momento. Te esperaremos tomando algo en la mesa. 

-Perfecto. Gracias Valeria. 

Patricia cogió de la mano a Daniela y la llevó al centro de la pista. 

-Vaya Patricia, no pensaba encontrarte aquí...Y sola.

-Ya. Y yo no pensaba encontrarte aquí...Y acompañada.

Mientras, Patricia cogió suavemente a Daniela por la cintura, y ésta se dejó hacer. Había echado mucho de menos a la doctora.Se moría por verla. Y ahora, además de verla, iba a bailar con ella...No se lo podía creer. 

-Son compañeros de trabajo, Patricia. Me dijeron si me unía a ellos a tomar algo y les dije que sí. Si quiero caer bien en el despacho tendré que esforzarme por integrarme. 

-Si, claro, pero el integrarte, ¿Incluye que bailes con todas tus compañeras guapas?

-¿Qué?¿En serio?Eres tú la que se acuesta con una compañera de trabajo...No yo. 

La joven stripper y la doctora. (2°Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora