Capítulo 51. Enamoradas

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Cuando Patricia aparcó el coche, Daniela bajó primero pero esperó a que Patricia saliera del coche. Estaban las dos muy pensativas. Iban andando una al lado de la otra. Se dirigieron a sus respectivas casas. Pero antes de separarse, Daniela habló.

-Patricia...Yo... Siento lo que ha pasado antes.- Soltó eso porque le daba la sensación que Patricia se había arrepentido de lo que había pasado entre ellas. Pero en realidad no lo sentía para nada. De hecho, había esperado tres años para que sucediera lo que había pasado. Sabía que esa noche no iba a poder pegar ojo. No se iba a poder quitar a Patricia de la cabeza. La quería y amaba con toda su alma. Sabía que sin Patricia nunca sabría lo que era la felicidad. 

-Tranquila Daniela, no volverá a ocurrir- Contestó dolida la doctora. Aunque en realidad se moría por tirarse encima de Daniela y llevarla a su cama para dormir junto a ella. Patricia no sabía qué pensar al respecto. A ella le pareció que Daniela había disfrutado lo que habían hecho juntas, pero después de lo que le dijo, se dió cuenta que fue todo lo contrario, si había dicho que sentía lo que habían hecho. Daniela había madurado mucho y seguramente se habría dado cuenta que no le llevaba a ninguna parte tener una relación seria con una mujer de casi treinta y nueve años. A Patricia le dieron ganas de llorar pensando en ello e imaginándose a Daniela con otra chica mucho más joven que ella. 

-Sí, lo mejor para las dos será olvidarlo- repuso Daniela muy apenada. Sabía perfectamente que ella no lo iba a olvidar. Al contrario. 

-Estoy contigo- Patricia juraría que había visto dolor en las palabras de Daniela, pero luego no supo cómo interpretar las palabras de la joven con su triste y apagada mirada. No entendía nada. Sólo sabía que esa noche iba a dormir sola y más triste que nunca. Daniela le había vuelto a poner la miel en los labios para luego quitársela. Eso no era justo.

Se despidieron con un beso en la mejilla y deseándose buenas noches. Las dos se morían de ganas por dormir juntas, pero por miedo a expresarle a la otra sus sentimientos, dormirían separadas y más alejadas que nunca la una de la otra.

Como era de esperar, ninguna de las dos pudo pegar ojo. No podían creerse lo que había pasado la noche anterior entre las dos. Se habían dejado llevar por el momento, por el deseo, el anhelo y la pasión que tenían contenido durante tanto tiempo. Sabían que querían que pasara lo que había pasado. Pero ninguna de las dos pensó en las consecuencias posteriores. Ahora se rehuirían e intentarían no coincidir. 

Las dos se levantaron temprano, tomaron una ducha, se pusieron guapas y se fueron a sus respectivos trabajos. Patricia llegó antes de tiempo y decidió irse a la cafetería a tomarse un café rápido. Se unió a ella Lola.

-Pati cariño, vaya cara llevas. ¿Has dormido mal o qué?

-Si te contara…

-Pues empieza, tenemos quince minutos. Cuéntame. ¿Qué te pasó ayer?.

-Ayer me acosté con Daniela.

-¿Qué?¿En serio?¿Cómo pasó? Joder, ¿Y Elisa?

-A Elisa llevo tiempo dándole largas. No quiero tener nada con ella, Lola. Estoy completamente enamorada de Daniela. Y ayer... Pasó lo que tenía que pasar. Ya no pude aguantar más y dejé de resistirme. Ayer coincidimos en el pub éste que está aquí al lado. Ella estaba con dos compañeros. La vi bailar con una compañera suya y me acerqué para bailar con ella...Me entraron celos Lola…

-Vaya, no pensaba que estuvieras tan cogida. Fuiste a marcar territorio...

-Si lo estoy. Estoy más que pillada. Llevo más de tres años enamorada de Daniela. Y lo de marcar territorio...Llámalo como quieras. Total que estábamos tan juntas la una de la otra que nos excitamos. Y le dije que tenía el coche fuera.

La joven stripper y la doctora. (2°Historia)Onde histórias criam vida. Descubra agora