Epílogo

7.9K 474 334
                                    

El esperado y tan ansiado día llegó. Patricia estaba de los nervios pero con una ilusión que la desbordaba. Por fin iba a hacer a Daniela su esposa. Si el día que la conoció en aquel box, le hubieran dicho que esa preciosa joven malherida y ultrajada, iba a acompañarla por el resto de sus días como su mujer, ella se hubiera reído sin parar. 

Patricia y Daniela habían decidido casarse en un espacio idílico, natural y entre cascadas de aguas cristalinas. Daniela tenía muy claro que tanta naturaleza iría pareja con la belleza natural de Patricia. Su preciosa cabellera rubia y sus cristalinos ojos azules se acoplarían sin desentonar, y a la perfección,  a la maravillosa naturaleza que las iba a rodear en ese día tan mágico y especial. 

Habían elegido ese sitio, a parte de porque era precioso y mágico para ellas, porque tenía un recóndito molino que estaba acondicionado para que las parejas cumplieran su sueño de casarse con el amor de su vida. Y el día de Patricia y de Daniela, después de tanto esperar, había llegado por fin. 

El suelo del molino de mármol, las paredes de piedra, y los techos decorados con una fina y cálida madera, serían testigos del día más feliz en las vidas de las dos mujeres. 

Patricia había elegido un vestido elegante y muy femenino de Rosa Clará. Ese vestido era para ella un sueño nupcial hecho realidad.  El corte recto y la falda combinaban perfectamente con el toque tradicional y la elegancia más moderna a la vez. El cuerpo de encaje algo encorsetado ceñía su preciosa figura, mostrando un escote con unos pechos voluptuosos y divinos sin llegar a ser vulgar, al contrario, ese escote palabra de honor hacía volar la imaginación de cualquiera que se fijara en él.  La espalda y los hombros de la mujer resaltarían con los rayos de sol del día cayendo sobre su piel e invitando a su futura mujer a observarlos, tocarlos y venerarlos haciéndolos suyos en su esperada noche de bodas. 

Para el cabello, la doctora había elegido un tocado que le resaltaba su belleza natural, tipo tiara ya que era lo que más se llevaba últimamente. Para el maquillaje optó por algo sencillo y discreto. Y para finalizar, llevaba una manicura y pedicura perfecta con semipermanente, para asegurarse estar perfecta durante todo el día.

Daniela había escogido un precioso vestido blanco que le resaltaba su increíble tez morena. El vestido era también encorsetado, estilizando y moldeando desde el pecho hasta las caderas de la joven. Luego tenía un corte en A, marcando las prominentes caderas de Daniela. Desde luego le quedaba impresionante ya que destacaba su increíble figura. De seguro que las novias iban a llamar la atención de todos los ahí presentes.

Daniela, al contrario que Patricia, había decidido dejarse su densa cabellera suelta. Eso sí, llevaba un peinado espectacular con unas increíbles ondas voluminosas que le hacían lucir muy elegante y femenina. 

Desde luego ese día no lo iban a olvidar nunca. 

Cuando llegó el momento de la llegada de la primera novia, la cual era Patricia, la acompañaba Lola y estaban las dos hechas un manojo de nervios. Patricia estaba luchando ferozmente por no llorar. Pero sabía que en el momento que viera a Daniela acercándose a ella no iba a poder controlarse. 

Después de esperar un rato, que a la doctora se le hizo interminable, vio aparecer a la mujer más hermosa que había visto en su vida. Esa mujer iba a conseguir que su corazón se desbocara y se le saliera de su pecho. Cuando la vio aparecer fue incapaz de quitarle los ojos de encima. Estaba completamente hipnotizada. Daniela iba acompañada del brazo de su padre, y ésta también tuvo que luchar por no derramar ninguna lágrima, hasta que por fin las miradas de ambas se cruzaron y ya fue imposible seguir luchando por algo que tenía que pasar quisieran ellas o no. 

La joven stripper y la doctora. (2°Historia)Where stories live. Discover now