La joven stripper y la doctora. (2°Historia)

Capítulo 57. Perdonándote.

A la mañana siguiente, Patricia trabajaba de mañana. Habría dormido como mucho unas tres horas. Le costó mucho levantarse de la cama y para colmo tenía algo de resaca. Se dio una ducha con agua fría para despejarse. Se tomó un café y se fue al hospital. Si por ella fuera no saldría de la cama en todo el día.

Mientras, Daniela estaba desayunando con Adrienna, antes de irse a trabajar. Ese mediodía la italiana ya se volvía a su país. Adrienna se dio cuenta que Daniela tenía los ojos rojos de haber llorado y mucho. Y sabía perfectamente el motivo de por qué estaba así.

Intentó no sacar el tema de Patricia en el desayuno. Como también prefirió no decirle que la vio en aquel pub con sus compañeras y con Elisa. Sólo se limitó a abrazarla, sólo quería reconfortarla. Pero sabía perfectamente lo que iba a ir a hacer una vez que Daniela se fuera a trabajar.

Adrienna quiso acompañarla al trabajo, y así de ahí se iría al hospital. Sabía que Daniela trabajaba cerca del hospital.

Ya en el hospital, se dirigió a urgencias y preguntó a la mujer de administración si estaba la doctora García, y justo la vio pasar. Así que corrió tras ella.

-Doctora...Espere...

La doctora se dio la vuelta y cuando vio a Adrienna su cuerpo se heló. ¿Qué quería esa mujer ahora?

-Hola Adrienna.¿Estás bien?¿Necesitas ayuda médica?

-No, en realidad sólo necesito hablar con usted, por favor.

-Adrienna, no tenemos nada de qué hablar. Así que si me permites...

-Si tenemos de qué hablar. Y me va a escuchar, quiera o no.

Patricia metió sus manos en los bolsillos de la bata. Y le contestó a Adrienna:

-Está bien. Tienes cinco minutos. Después me iré.

-Me van a sobrar dos, tranquila - le dijo Adrienna a la doctora- Mire, Daniela lo está pasando muy mal porque usted no quiere volver con ella. De lo que usted vio en su terraza,ella no tiene culpa de nada. Fui yo la que quiso algo con ella, aproveché que estaba bebida para besarla. Usted no sabe lo que yo deseaba que ella me amara. Pero ella no me podrá amar nunca porque la ama a usted. Ella en Italia no quiso ser mi novia porque la tenía a usted presente, siempre la tuvo en su cabeza. Se fue a Italia para olvidarla pero ya ve que no pudo, al contrario, volvió más enamorada. Y en la terraza, yo me senté encima de ella, y ella al momento me rechazó y me apartó. Y me dijo que no podía tener conmigo nada porque la quería a usted. Yo sé que usted también la ama. Solo hay que ver cómo la mira cuando la tiene enfrente. Así que usted misma. Si quiere seguir boicoteando la preciosa relación que puede tener con una mujer que está loca por usted...o si por el contrario, quiere ser feliz, ya sabe lo que tiene que hacer.

Patricia no paraba de llorar. No se podía creer lo que Adrienna le había contado. ¿Daniela la amaba tanto como Adrienna había dicho? Y ella la noche anterior le había dicho que cada una tenía que seguir por su camino y encima cuando la curó en su casa la había tratado como a una cualquiera. Ahora se sentía fatal por haberla tratado así.

-Por cierto doctora, que sepa que Daniela se va esta tarde a la montaña. Sus padres tienen una casa y va a quedarse todo el fin de semana allí. Va a estar sola, necesita desconectar de todo. Yo ya me voy a Italia este mediodía.

Patricia sólo pudo abrazar a la joven y darle las gracias. Estaba claro que Adrienna quería a Daniela y quería lo mejor para ella. Ahora era Patricia la que tenía la sartén por el mango. Pero sabía que la noche anterior la había cagado con Daniela, como también la tarde que la curó en su casa y Daniela se había ido enfadada de su casa por cómo la trató. Aún así, iba a hacer todo lo posible por recuperarla, ahora que sabía cuáles eran sus sentimientos, y sabiendo que ella era la dueña de los pensamientos de Daniela. No se lo podía creer. Y ella pensando que Daniela ya no querría nada serio con ella por ser tan mayor...