Capítulo 19

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Coraline Nowell.

Aplico sobre mis labios un labial rojo pasión para darle el toque final al maquillaje de esta noche y sonrío al ver el resultado, me gusta lo que veo en el espejo.

Me pongo de pie y verifico que las cámaras e iluminación funcionen de manera adecuada para la sesión de esta noche y proceso a colocar sobre la cama mis juguetes favoritos, no he transmitido desde hacía unos días antes de sufrir el ataque de pánico en la cafetería de la universidad y ya de eso ha pasado aproximadamente un mes y unos días.

Desde entonces he estado viviendo de la caridad disimulada de Steph, no deja que gaste un solo centavo de dólar alegando que se siente mal todavía por no haber pateado los traseros de Abraham, Katherine y todos los idiotas que me humillaron. Sé que lo hace porque sabe que no tengo dinero, hasta a mis espaldas pagó mi parte del alquiler y ya no puedo permitir esto.

Siento que me estoy aprovechando de ella a pesar de no haberle pedido siquiera una vez que hiciera todo esto por mí o habérselo insinuado. Además, quiero poder darle a mi amiga uno que otro obsequio y sin dinero no puedo hacerlo.

Me ubico frente a la cámara de siempre y respiro profundo, doy clic en Transmitir en Vivo y mis fieles clientes pagan por la tan esperada sesión. Siento la adrenalina recorrerme de pies a cabeza después de escuchar el sonido de la caja registradora y leer el montón de mensajes de ellos diciéndome lo mucho que me extrañaron, lo que extrañaron fue verme tocarme y correrme a su voluntad cuando eran ellos quienes decidían lo que haría durante la transmisión.

«Luces, cámara, acción».

Repito mi lema en mi mente y sonrío de manera amplia al montón de desconocidos que me darán de comer otra vez.

Jeff1995*: El cabello rosa te sienta bien, te da un toque de inocencia que me vuelve loco y dan ganas de quitarte esa diminuta lencería y hacerte mía.

Siempre intenso, Jeff.

Juego un poco con el cabello de mi peluca y acaricio mis senos sobre el delicado encaje de mi sujetador, mientras canto Cyber Sex de Doja Cat, canción que añadí al playlist de esta sesión.

MateoOnFire: Si deslizas tu mano un poco más abajo no me molesto.

Subo a la cama y abro mis piernas, deslizo mis manos sobre mi cuerpo y me detengo en la zona que tanto ansían ver sin nada de por medio y rozo de arriba abajo mi entrepierna sobre el encaje durante algunos minutos. Desabrocho mi sujetador y bajo con lentitud los tiros de este sobre mis brazos, lo lanzo a algún lugar de la habitación y les doy un apretón a ambos para luego dejarlos libres.

Escucho el leve sonido de notificaciones sobre la estridente música y sé que todas son comentarios de mis clientes que están enloqueciendo por la impaciencia de verme hacer lo que tanto desean, así que los complazco. Tomo las abrazaderas vibratorias para pezones y me las coloco en ambos y las enciendo con el pequeño control, a los pocos segundos suelto un suspiro de placer que me eriza la piel y hace estremecerme.

Yo también estoy impaciente por tocarme, mi cuerpo me pide a gritos que lo haga ¿y quién soy yo para negarle algo?

Quito con rapidez mi tanga y corre con el mismo destino que el sujetador minutos atrás, vuelvo a abrir mis piernas quedando mi sexo expuesto y toco con las yemas de mis dedos mi húmeda entrada e introduzco un dedo y comienzo a moverlo, entrando y saliendo una y otra vez y toco mi clítoris con movimientos circulares con mi otra mano al mismo tiempo y jadeo.

A mí dedo se une otro más y mi respiración se acelera y jadeos aumentan, sigo dándome placer con mis manos durante algunos minutos más hasta casi correrme y me detengo, tomo el consolador que tiene el estimulador de clítoris y lo enciendo.

El secreto de Coraline ©Where stories live. Discover now