Capítulo 28

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CORALINE NOWELL.

Suelto un suspiro que no sabía que estaba conteniendo y busco a tientas la mano de Bastian y él sostiene la mía con firmeza. Lo hice. Después de todo lo que ha pasado, he denunciado en la policía a mis examigos con ayuda del abogado de mi novio y la empresa para la que trabajo.

Andrew, (el abogado) solo tuvo que presionarlos un poco para que decidieran tomar cartas en el asunto o de lo contrario, íbamos a demandarlos también a ellos por incumplir varias cláusulas del contrato que firmamos.

—Eres una chica muy valiente y estoy orgulloso de ti —susurra Bastian en mi oído y sonrío con amplitud—. Andrew —mi novio llama a nuestro abogado y este detiene sus pasos para esperarnos—. ¿Qué debemos hacer ahora? ¿Qué sigue?

—Coraline debe entregarle a Smith y Wood esto —saca de su maletín dos carpetas y me las entrega—. Son copias de las demandas que preparamos para ellos, entrégalas lo antes posible. Por correo te enviaré los documentos de las demandas, firmados y sellados de manera digital. Estaré comunicándome con ustedes si surge alguna novedad y ustedes conmigo, por favor.

—Muchas gracias por todo, señor Andrew. Esta tarde estaré entregando ambas demandas y notificándoselo —asiente con una media sonrisa y estrecho la mano que me ofrece.

—¿Se acuerda del borrador de la demanda que usted me entregó? Pulí algunos detalles que hacían falta y esa es la que se usará. Usted será una buena abogada cuando se gradúe, no dude en enviar su currículum vitae a mi firma de abogados —lo miro bastante impresionada y Andrew me sonríe con amabilidad, estoy tan emocionada por lo que me dijo que me encantaría ponerme a gritar y chillar y si no fuese porque estamos frente a la estación de policías, lo estuviera haciendo—. No olviden avisarme si tienen alguna novedad, que yo haré lo mismo. Feliz tarde, chicos.

Andrew camina con rapidez hacia su auto sin esperar una respuesta de mi parte y yo me quedo boqueando como pez fuera del agua viéndolo marcharse. Apenas salgo un poco de mi estupor, abro una de las carpetas que me entregó y verifico que lo que dice es cierto, que utilizó el borrador de las demandas que preparé y me dan ganas de empezar a carcajearme como loca frente a la estación de policías, pero me contengo a duras penas.

Siento unos brazos rodearme desde atrás y de forma involuntaria me tenso, pero cuando es depositado en mi cien un beso y es susurrado en mi oído un «estoy muy orgulloso de ti», me relajo por completo entre los brazos de mi novio.

Mi novio.

Se siente tan lindo y extraño llamar a alguien de esa manera. Siento mi corazón acelerarse aún más cuando Bastian deposita en mi mejilla un beso y se aleja de mí sonriendo y me toma de la mano.

—Vamos, amor. Tenemos demandas qué entregar y me tomé el atrevimiento de citar a Abraham y Katherine a un café nuevo del Downtown con la excusa de que tengo que preguntarles algunas cosas sobre ti y accedieron, imagino que, con la intención de hablar pestes de ti —asiento y le sonrío con genuina felicidad, todo me está saliendo bien y siento que podría irme mucho mejor de seguir así—. Te adoro, Coraline, eres una chica muy valiente y estoy muy orgulloso de ti.

Con cuidado de no doblar las carpetas, abrazo a Bastian muy fuerte y lo escucho quejarse un poco sobre tener una novia con la fuerza de Hulk y decirme cuán afortunado se siente de poder estar conmigo y lo feliz que lo hago. Siento mi corazón latir tan deprisa que, si un médico me estuviera examinando ahora mismo, pensaría que tengo taquicardia.

—Yo también te adoro, Bastian y estoy súper orgullosa de ti, eres un hombre absolutamente increíble y el segundo mejor que he conocido, porque el primero es mi padre —digo en voz baja y le doy un beso detrás de la oreja—. Me haces muy feliz y espero estar haciéndote experimentar la misma felicidad que tú me das, porque de lo contrario, habré fracasado como novia.

El secreto de Coraline ©Where stories live. Discover now