ESCENA EXTRA #2

1.8K 93 36
                                    

Mattheo Riddle.

- ¡Hola, queridos! ¡Pasen, pasen!

Molly nos dio la bienvenido a su casa, como todos los domingos que íbamos a almorzar. Se habían vuelto mi familia desde hace ya mucho tiempo, y no tenía manera de agradecerles todo lo que habían hecho por mí, principalmente, haberme confiado y aceptado como esposo de su hija.

Delphi no vino con nosotros, iba a pasar el fin de semana con Narcissa, quien estaba encantada con su sobrina. No me gustaba la inevitable presencia de Lucius ahí, pero no podía negárselo a la niña hasta que no tuviese edad de entenderlo. Aunque, para mi tranquilidad, Draco me prometió pasarse por ahí para ver como transcurría todo.

Ahora estábamos sentados comiendo. Noté como Alexa cerraba los ojos con fuerza mientras Percy explicaba una tontería de su trabajo.

Me incliné hacia ella, y le susurré:
- Hey, ¿estás bien?

Alexa no me miró. Okey, me estoy preocupando. Sacudió la cabeza, negando.
Tragué saliva, y volví mi vista al frente, dándome tiempo para pensar.

Estaba algo asustado. Habían muchas posibilidades de que fuera el bebé, es más, ya estábamos acercándonos a la fecha prevista.

Coloqué mi mano derecha en su rodilla por debajo de la mesa. Ella me la apretó con fuerza, y me miró angustiada. No bastó más para entenderla, asentí con la cabeza, alejé mi silla de la mesa y me paré sin dejar de sostener la mano de Alexa.

Molly nos observó desconcertada:
- ¿Ya se van?

Todos se fijaron en nosotros por un segundo. Abrí la comisura de mis labios para hablar, pero sentí como mi mano era aferrada con aún más fuerza. Tuve que sostener con cuidado a Alexa para que no perdiera el equilibrio.

- ¡Por Scamander! - exclamó Molly tapándose la boca con las manos.

- Lexi, creo que te... - comenzó Ron asqueado.

Al mirar hacia abajo y ver el piso empapado, todo se volvió negro. Sentí como mi presión empezaba a descender, y cada vez los objetos a mi alrededor se volvían más borrosos.

Mis segundos así se desvanecieron al momento en que escuché como la respiración de Alexa comenzó a acelerarse casi hiperventilando.

Oí la voz de mi suegra gritar dentro de todo el tumulto:
- ¡Theo, el bebé ya viene!

¡¿QUÉ?!

¡¿YA MISMO?!

¡Sí, ya, haz algo!

- ¿Q-Qué?

- El bebé, ya sabes, esa cosa pequeña y demoníaca.

Miré con el cejo fruncido a George, que parecía divertido con la situación.

- ¿Eh?

- ¡Reacciona! - me gritó Charlie, siendo el único que de verdad sabía que hacer. Me puso una mano en el hombro mientras que me señalaba con el índice con la otra.
- ¡Cuidarás de mi hermana, reacciona de una vez!

Obviamente seguí sus órdenes de inmediato, no soy ningún tonto.

Me giré automáticamente hacia Alexa, que tenía una mano en su estómago y los ojos cerrados con fuerza.

- ¿Qué se supone que debo hacer? - pregunté más para mí mismo que para otra cosa.

- ¿Vinieron en el auto?

- S-Sí.

- Pues sube y enciéndelo, nosotros llevaremos a Alexa hasta allí.

Suspiré y me puse a correr a toda velocidad hasta el Ford. Alexa hizo un verdadero esfuerzo en el coche para fingir que no le dolía nada, pero era capaz de darme cuenta como apretaba la mano en mi rodilla, como presionaba las piernas una contra la otra, como su pecho subía y bajaba rápidamente, como cerraba los ojos con fuerza... Solo quería ayudarla, pero no podía salir de mi estado de shock.

Mattheo Riddle y Alexa Weasley (parte 3)Where stories live. Discover now