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Capítulo 18

EDITADO

La mirada de Jiang Suizhou cambió de la sorpresa a la ira, sintió una oleada de sangre que se le subía a la cabeza, estaba tan furioso que sus orejas se pusieron un poco rojas.

Al momento siguiente, apretó los dientes y dijo con voz profunda: "¡Meng Qianshan!"

Pensó que Meng Qianshan debía alegrarse de que él no era el propietario original, ya que de lo contrario, hoy le habrían llenado de sangre y le habrían dado una muerte dolorosa.

Meng Qianshan se sorprendió, solo para darse cuenta de que su adulación había golpeado el casco del caballo.

Se sorprendió y tartamudeó y explicó: "Este sirviente... este sirviente vio que el amo no quería ser servido por otros, entonces pensó, ya que la piscina es grande y cómoda, así que... "

Ni siquiera pudo justificarse.

La piel desnuda estaba un poco fría, Jiang Suizhou se subió la camisa abierta, respiró hondo y trató de mantener su tono tranquilo: "El médico solo cambió su gasa hace dos días, ¿lo olvidas? no se puede remojar en agua caliente de nuevo, Meng Qianshan, si tu cerebro es inútil, este rey encontrará a alguien que te lo saque".

Estaba tan enojado y cansado que su voz temblaba de rabia.

Meng Qianshan no podía preocuparse por otras cosas, estaba tan asustado que empujó la silla de ruedas y salió corriendo.

Aunque estaba corriendo, no se atrevió a tocar a Huo Wujiao en lo más mínimo, así que tropezó todo el camino y empujó a Huo Wujiao de vuelta a su dormitorio.

Jiang Suizhou exhaló un suspiro de alivio y volvió a quitarse la bata.

Sus pensamientos se vieron repentinamente perturbados por la conmoción de Meng Qianshan. Sin embargo, la piscina estaba bien preparada y la temperatura del agua era la adecuada, por lo que sumergirse en ella aun era algo muy agradable.

Jiang Suizhou se empapó en la piscina con todo su corazón, hasta que se cansó de estar en el agua, luego se levantó, se puso ropa nueva y regresó al dormitorio.

Meng Qianshan había huido despavorido y sólo quedaba en el dormitorio Huo Wujiao, que estaba sentado en una silla de ruedas y leyendo un libro.

Jiang Suizhou estaba un poco avergonzado.

Fue todo culpa de ese estúpido Meng Qianshan. Insistió en empujar a Huo Wujiao adentro mientras se estaba bañando.

Mientras se secaba el pelo, se acercó al sofá y se sentó. Tal vez fue el hecho de que Huo Wujiao había respondido a sus palabras en una rara ocasión hacía poco, lo que le hizo relajarse mucho, por lo que en ese momento habló directamente.

"Fue Meng Qianshan quien estaba haciendo el tonto.", dijo.

Vio a Huo Wujiao dejar el libro y decir a la ligera: "No hay problema".

Luego giró su silla de ruedas y se dirigió al cuarto trasero para lavarse.

Jiang Suizhou suspiró aliviado.

Realmente no era su ilusión. Aunque Huo Wujiao todavía era frío con él, ahora estaba dispuesto a hablarle.

Aunque fue una negación.

Pero eso también podía demostrar que los esfuerzos que había hecho eran útiles; al menos, Huo Wujiao sentía que lo había cuidado.

Jiang Suizhou vio desaparecer su espalda frente a la pantalla, retiró la mirada, tomó el libro que tenía a medias y se recostó en el sofá para seguir leyendo.