Capítulo 20

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EDITADO


Al día siguiente fue nuevamente la gran reunión de la Corte.

Cuando Jiang Suizhou pensó en el homenaje al emperador, se resistió un poco a la idea, aun así se apresuró a comer temprano por la mañana y salió.

Justo cuando entraba por la Puerta de Zhengyang, chocó de frente con alguien.

"Qué coincidencia, Su Majestad el Rey Jing". El hombre intentó en un principio poner una sonrisa forzada, pero como era tan feo, parecía feroz, era incapaz de ocultar la repugnancia y la malicia en sus ojos.

Jiang Suizhou le dirigió una rápida mirada.

Estaba vestido con el uniforme oficial de un militar de cuarto rango y parecía tener entre 30 y 40 años. Era alto y muy moreno, con barba y ojos redondos, se parecía a Zhong Kui.

Jiang Suizhou rápidamente miró su placa.

Ji Hongcheng, Departamento del Ministerio de Guerra.

Ah, era él.

El corazón de Jiang Suizhou estaba claro.

El hombre que tenía delante era tan feo que se había escrito sobre él en los libros de historia. Cuando la gente lo describió dejaron dicho que era "feo", y ahora parecía que... no exageraba.


En la antigüedad, cuando se realizaba el examen, también era necesario echar un vistazo a la apariencia del candidato. Si este señor quisiera entrar en los exámenes imperiales, nunca habría podido hacerlo. Sólo pudo llegar a ser oficial gracias a su formación militar y a su promoción por parte de Lou Yue, el famoso general del Rey del Sur.

Jiang Suizhou repasó rápidamente la vida de este hombre en su mente.

Su superior, Lou Yue, era un viejo amigo del padre de Huo Wujiao. Cuando el ejército Liang del norte se levantó, el emperador Ling y el actual emperador, ni siquiera se atrevieron a dejarle luchar contra el ejército Liang. A partir de esto, estaba claro que Lou Yue y el padre de Huo Wujiao tenían una profunda amistad, así que probablemente era por Huo Wujiao que ese Ji Hongcheng le estaba frunciendo el ceño.

Por lo tanto, Jiang Suizhou lo miró con frialdad, no habló y luego caminó a su alrededor.

pero sintió que Ji Hongcheng lo siguía.

"He oído que Su Majestad tiene buen carácter, pero ahora que lo veo, es verdad". dijo Ji Hongcheng.

Jiang Suizhou ni siquiera giró la cabeza.

Entonces escuchó a Ji Hongcheng continuar: "Después de todo, sólo cuando está en la parte de atrás de su casa e impone su autoridad contra los débiles es cuando demuestra el verdadero carácter de un caballero, ¿no es así?"

Había un toque de ira en su tono, y estaba claro por el sonido de su voz que se había estado conteniendo durante mucho tiempo. Seguramente ese hombre le guardaba rencor desde la última reunión del tribunal, y estaba ahí hoy para agredirlo y decirle algo desagradable.

Ese hombre era bastante valiente en las filas, tenía coraje pero no estrategia, como ahora lo demuestraba.

Afortunadamente, él no era el propietario original y no se atrevió a hacerle nada a Huo Wujiao. Si la persona que hubiese escuchado lo que dijo fuese el propietario original, la situación de Huo Wujiao en la Mansión del Príncipe Jing solo sería aún más difícil.

Jiang Suizhou volvió la cabeza y lo miró a la ligera.

Vio que los grandes ojos de Ji Hongcheng lo miraban fijo, como si esperara que Jiang Suizhou le contestara algo, para tener una pelea con él.

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