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Capítulo 74

Cuando Huo Wujiu regresó con Jiang Suizhou ese día, ya era tarde en la noche.

Todavía caminaba desde la ventana trasera y envió a Jiang Suizhou de regreso a su habitación. Después de que Jiang Suizhou se cambiara la bata, salió de la habitación de Jiang Suizhou abiertamente.

Meng Qianshan, que estaba vigilando la puerta, miró a Madam Huo en la silla de ruedas con un rostro radiante y dejó de hablar por un momento.

Pero Huo Wujiu ni siquiera lo miró, con algo en su regazo, sacudiendo su silla de ruedas, y se alejó rápidamente.

Meng Qianshan no pudo evitar mirar la espalda de Madam Huo.

Este general no es el mismo que la gente corriente. Claramente se rompió la pierna, pero se sintió como un enclave mientras estaba sentado en una silla de ruedas.

Meng Qianshan observó durante un rato, negó con la cabeza y entró en la casa para esperar a su amo.

En la habitación de Huo Wujiu, Wei Kai era como una hormiga en una olla caliente, dando vueltas a toda prisa.

Otros no saben lo que están haciendo esos dos, pero él sí. Solo porque lo sabía, sabía lo peligrosos que habían sido sus generales, nada menos que colgando bajo las narices del gobernante de Nanjing.

Por lo tanto, cuanto más tarde llegue, más pánico estará.

Afortunadamente, la puerta se abrió en el segundo reloj y el sonido de una silla de ruedas entró por la puerta.

Wei Kai exhaló un suspiro de alivio, solo para sentir que había atravesado la puerta fantasma, lo cual fue realmente emocionante.

"General, ¿cómo?", Preguntó rápidamente cuando se cerró la puerta.

Huo Wujiu levantó la mano y arrojó un bolso ligero en su mano.

El bolso estaba medio vacío, y solo quedaban unas pocas piezas de plata en el fondo del bolso, lo que hacía un sonido de vacío cuando lo sostenía en la mano.

Wei Kai ocultó toda la angustia en sus ojos.

Olvídalo ... Aunque la plata aquí es el resultado de sus meticulosos esfuerzos por salvar su dinero de ser pobre y vanidoso para Nanjing, pero a sus generales nunca les ha faltado plata, y no han contado el dinero sobrante disponible. NS ......

Sin embargo, no pudo evitar preguntar: "¿Puedes comprar algo?"

Preguntando, levantó la cabeza y miró en dirección a Huo Wugui.

Huo Wujiu se levantó de la silla de ruedas y se sentó a su lado. Hay algo en su mano, que es bastante grande, como una máscara.

Su amo estaba poniendo la cosa debajo de la lámpara, mirando hacia abajo. La luz que brillaba intensamente con la sonrisa en sus ojos, y la comisura de su boca, que siempre había estado hacia abajo, también levantaba un lado. Claramente, era una sonrisa que era casi invisible, cayendo sobre el rostro de Huo Wujiu, pero era extremadamente deslumbrante.

"Lo compré." Respondió casualmente Huo Wujiu. Como dijo, tomó algunas cosas en su mano y las levantó frente a Wei Kai.

"El rey Jing te lo dio, ¿es guapo?"

Wei Kai tragó y se quedó sin habla por un rato.

... ¡Qué es tan bueno ver, tan bueno!

Entonces, ¿mucha plata a cambio de esto? Sin embargo, una máscara con mano de obra tosca está pintada sobre una fiera bestia con la boca abierta. La feroz bestia se llamaba Ying Xiao, y era una famosa bestia malvada en el "Sutra de la divinidad". Era un monstruo de cólera terco, arrogante y despiadado, y eran las personas las que usaban veneno para protegerse del mal.