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Capítulo 105

Jiang Suizhou miró a Huo Wujiu con algunas dudas, pero vio a Huo Wujiu mirándolo con calma.

Jiang Suizhou parecía entender lo que quería hacer Huo Wujiu.

Él dijo: "Pero tú ..."

Pero al ver a Huo Wugui mirándolo, parecía que debería haber dicho: "¿Quieres alejarme?"

Por el contrario, las palabras de Jiang Suizhou detrás de él no se podían decir.

Jiang Suizhou frunció los labios y vio a Huo Wujiu levantando la mano y mirando a Meng Qianshan.

Meng Qianshan aceptó de inmediato, este es el general Huo por no dejar que se interpongan en el camino aquí.

Meng Qianshan sofocó apresuradamente su sonrisa ambigua y llevó a los sirvientes a su alrededor a retirarse.

Solo quedaban dos de ellos en la habitación.

Jiang Suizhou miró a Huo Wujiu y vio que Huo Wujiu empujó el peón en el tablero de ajedrez hacia un lado, lo siguió de cerca, puso su codo en el tablero de ajedrez e inclinó su cuerpo hacia Jiang Suizhou.

"Tu cama es muy espaciosa", dijo Huo Wugui. "No es que no pueda dormir".

Sin otras personas alrededor, Huo Wujiu se volvió arrogante y la sonrisa en su rostro se volvió un poco obstinada. Jiang Suizhou parecía un propietario que Jiang Suizhou no pudo evitar.

Pero, de hecho, Huo Wujiu estaba muy nervioso, solo un tigre de papel con una sonrisa.

Quería quedarse aquí con Jiang Suizhou, y no dudó en bajar la cabeza como un sinvergüenza. Pero incluso si parece dominante en este momento, si Jiang Suizhou quiere expulsarlo, no tiene forma de hacerlo.

Por eso, aunque esté sonriendo, se sentirá nervioso en su corazón.

Sabía que Jiang Suizhou tenía la piel delgada y temía que se molestara cuando estaba ansioso, pero era suficiente cuando estaba solo, sostenía a una persona así en sus brazos y pasar la noche solo parecía particularmente difícil.

Huo Wujiu estaba impaciente y no pudo soportar esto más.

Miró fijamente a Jiang Suizhou.

Jiang Suizhou guardó silencio por un momento y lo miró.

"Limpia las piezas de ajedrez por mí", dijo. "Tirar está en todas partes, ven y recógelo".

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Huo Wujiao finalmente consiguió lo que quería.

Aunque era medio dependiente y medio forzado, no importaba cuánto se lo ganara, y era justo y honesto.

Este tipo de sentimiento agradable es difícil de expresar con palabras. Solo recordó que nunca había estado tan feliz cuando capturó a Yecheng y plantó la bandera de Huo Jiajun en la puerta del Palacio Yecheng.

La emoción vacía de capturar el mundo es incomparable con la firmeza y satisfacción en este momento.

La noche fuera de la ventana era oscura y las luces del pasillo estaban tan apagadas que solo quedaban unas pocas. Este tipo de oscuridad debería ser la menos agradable, pero esta vez, es completamente silenciosa y pacífica.

Huo Wujiu estaba muy cómodo.

Pero en este momento, hubo un suave estallido.

Jiang Suizhou abofeteó las manos de Huo Wujiu con sus brazos alrededor de su cintura y le advirtió: "No te muevas, tengo algo con lo que lidiar mañana y estoy tomando medicamentos de nuevo, así que no puedo soportar tus problemas".