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Capítulo 57

EDITADO

Esa era la segunda vez que Jiang Suizhou se enfrentaba a Pang Shao después de cruzar.

Aunque hubo algunos intercambios entre ellos, y ahora se le podía llamar un viejo conocido, reconocía que simplemente ganó por tener la suerte de venir del futuro.

La persona que tenía enfrente era extremadamente difícil lidiar.

Miró a Pang Shao desde la distancia, respiró hondo, se obligó a estabilizar su mente y se acercó lentamente a él.

Cuando solo quedaban tres o cinco pasos entre los dos, Jiang Suizhou se detuvo y miró condescendientemente a Pang Shao bajo el sol, con sus labios ligeramente curvados con una sonrisa de dobles intenciones.

Entonces vio a Pang Shao inclinarse con expresión amable y saludar hacia él

"Este humilde servidor ve a Su Alteza Real el Rey Jing", dijo Pang Shao.

Jiang Suizhou sonrió y lo miró por un momento, hasta que todos los sirvientes del costado mostraron expresiones de pánico, y luego lentamente dijeron: "El Gran Secretario es demasiado educado".

Pang Shao se enderezó.

Jiang Suizhou lo miró de arriba abajo, y dijo de manera significativa: "¿Por qué ha venido el anciano al palacio hoy? ¿Te convocó el emperador?"

Pang Shao dijo con voz cálida: "Su Alteza, sólo quiero informar de algunos asuntos triviales a Su Majestad".

Entonces Jiang Suizhou se rió un par de veces.

"¿Qué pasa entre El Gran Secretario y el emperador? Es mejor no ir por nada, lo siento, me temo que el hermano emperador no querrá verte".

Pang Shao levantó los ojos hacia Jiang Suizhou y vio a Jiang Suizhou mirándolo, mostrando una sonrisa de regodeo sin disimular.

"En este período de tiempo, aunque este Rey ha estado enfermo en casa, ha escuchado un poco sobre el Gran Secretario." Su tono era suave, con un poco de orgullo no disimulado. "Gran Secretario, eres un buen jugador, pero a veces fallas".

Pang Shao sonrió a regañadientes y dijo: "El Rey se está burlando".

Frente a él, las palmas de Jiang Suizhou escondidas en sus mangas estaban cubiertas con una fina capa de sudor.

Sabía que la razón por la que tenía que mostrar su rostro a Pang Shao era para disipar las dudas y hacerle creer que sólo era un regodeador y no el causante del incidente. Sólo entonces Pang Shao no se volvería inmediatamente contra él, con su fuerza actual, sería difícil para él luchar directamente contra Pang Shao.

Pensando rápidamente en su mente, Jiang Suizhou sonrió y dijo: "También tengo que agradecerle al Gran Secretario. No, después de escuchar estas cosas buenas sobre ti, la enfermedad de este rey está casi curada".

Pang Shao se hizo eco con voz ligera: "Eso también es mérito mío".

Jiang Suizhou sonrió y asintió con la cabeza, luego, se volvió de lado y levantó la mano en un gesto de favor.

"Entonces, Gran Secretario, primero", dijo. "Me temo que el Hermano Imperial estará enfadado contigo durante bastante tiempo, así que el Gran Secretario no debería demorarse aquí".

Pang Shao escuchó las palabras, se inclinó ante él y se alejó.

Jiang Suizhou lo miró de reojo y salió directamente del palacio.

Las manos en sus mangas temblaban sin control

El hombre que tenía delante parecía de lo más amable y digno, pero sabía que bajo ese disfraz se escondía el alma más insensible y despiadada.