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La zona marginal de Seúl siempre fue un hervidero de rufianes y vagabundos. Pocas personas que residen ahí tuvieron alguna vez la oportunidad de acercarse a Gangnam-gu y a sus estrambóticos restaurantes y comercios.

Ahyeon-dong a pesar de no ser una localidad tan al sur de Seúl, era sin duda una de las más pobres. La mafia controlaba la mayoría de los negocios y siempre mantenía a los residentes contra la pared; pagando miles de wones por el simple hecho de vivir en esas calles lúgubres y asquerosas.

Cuando Christopher se bajó del Bentley que lo había llevado hasta ahí en conjunto con Hyunjin, se sintió mareado. ¿Qué clase de lugar era este? En la entrada del antro al menos ocho o nueve sujetos estaban sentados bebiendo y fumando no solo tabaco, sino algún tipo de estupefaciente.

—De este lado —dijo Hyunjin mientras caminaba hacia la puerta con ambas manos en los bolsillos de su pantalón.

Christopher odió el amor que sentía por Jisung «¿por qué, por qué tuviste que venir a este sitio?» formuló internamente mientras caminaba detrás del otro alfa.

Cuando se dieron cuenta que los dos omega habían desaparecido Chan se preocupó sobremanera por Han. Hyunjin solo tensó la mandíbula y empezó a teclear números en su celular, a los pocos minutos ya sabía dónde estaba su omega y el otro chico.

Durante el viaje en el auto de Hyunjin no se dijo ni una sola palabra. Bang Chan miró por el rabillo del ojo al alfa rubio que manejaba estrepitosamente su Bentley, se preguntó cómo era la relación entre él y el chico llamado Yongbok; si hacía cuentas, ellos habían tenido sexo hace al menos un año y medio, y según lo dicho por el omega ellos tenían 3 años juntos.

Bang Chan alejó esos pensamientos de su mente y se enfocó en Jisung, estaba un poco temeroso de lo que pudo haber pasado con él.

—¿Hwang Hyunjin? —Se oyó decir a uno de los rufianes que cuidaba la entrada cuando vio al alfa rubio y a su compañero.

Hyunjin solo asintió débilmente mientras entraba al establecimiento.

—No te quedes atrás —Le dijo a Chan el cual destilaba opulencia y elegancia.

—Bien.

Una vez adentro comenzaron a buscar a los chicos. El olor de las feromonas hicieron un desastre en Christopher, nunca antes había sido presa de este olor tan penetrante. El olor era claramente el del lubricante natural del omega, las pupilas de Chan se dilataron y tuvo que hacer grandes esfuerzos para frenar su bestia interna.

Miró un poco al público, el cual estaba vuelto loco por la música distorsionada de una banda de rock. Christopher chistó la lengua por el mal gusto y siguió su camino hacia la zona superior, la cual parecía menos atestada. Giró su cuerpo para buscar a Hyunjin, el cual miraba detenidamente al tipo en el escenario.

La canción que la banda tocaba hablaba sobre el año en que lo conoció. Su temperamental alma estaba demasiado enfrascada en la violencia. Tenía 15 años cuando lo vio por primera vez, la cara de este omega era angelical; al lado de este, un chico un poco mayor lucía aburrido y un tanto perturbado.

Hyunjin observó de lejos al omega de cabello castaño sonreír mientras su hermano le decía cosas al oído. Él, como hijo único del jefe Hwang debía estar sentado a su diestra, y desde su lugar podía ver como el cabello un tanto rebelde del chico, se movía cada que reía en voz baja por alguna fechoría hecha por el omega rubio.

Cuando sus miradas se cruzaron ambos sintieron como algo dentro de ellos se rompió «¿Qué mierda? » se preguntó Hyunjin mientras aún lo miraba. Por su parte el omega bajó la vista enseguida. El chico rubio lo miró con descaró y un gesto poco amable, enseguida el primogénito sintió vergüenza y rompió el contacto visual con ambos omegas.

【Paraísos artificiales】Where stories live. Discover now