【Ｐａｒａíｓｏｓ ａｒｔｉｆｉｃｉａｌｅｓ】

↫ 𝟮𝟴 ↬

𝐏𝐚𝐫𝐚: 𝐋𝐮𝐚𝐧.

𝓝𝓸𝓽𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓻:

Nunca hago notas de autor de inicio, pero creo que este capítulo lo requiere. 

*Lo primero es tómenlo con calma, cualquier cosa que no entiendan déjenlo en los comentarios y lean lento... saboréenlo. 

*Recuerden esto: Nuestro alfa siempre es Bang Chan y nuestro omega siempre Félix. 

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Si actualmente buscas en internet la palabra predestinado el resultado que aparece es este:

1. Que fatalmente tiene que acabar de una manera determinada.

Si a esta ecuación le agregamos algo de metafísica o quizá creencias más bien espirituales o religiosas, quedaría así:

2. Que fatalmente tiene que acabar de una manera determinada... una y otra vez, una y otra vez.

Y si a esa definición le agregamos el universo omegaverse y mi estilo de narración quedaría algo así:

3. Un eón no se acerca ni por poco al tiempo que deseo que mi alma se entreteja con la tuya. Una eternidad podría ser solo un parpadeo de algún Dios ajeno a nuestra historia. Millones de almas perecen diariamente, y eso es más eterno que ver tus pequeñas pecas al atardecer en una noche de octubre, cuando aún no se definían las tierras disputadas, o quizá un verano en el taller de ese viejo artista; podría ver tus oscuras florecitas en ese invierno con olor a muerte, o en primavera, en una taberna parisense... 

Dinastía Tang 865 D.C.

—¡No podemos aceptar esto! Esos perros falderos no pueden proclamar esas tierras como suyas.

—No lo harán —Los ojos oscuros y bucólicos de este alfa que es un coronel de guerra, observan la mesa donde yace el vino dulce.

Nunca le gustó el alcohol, ni para él ni para su ejército, cuando los soldados beben olvidan quienes son y porque se encuentran en la parte fronteriza de la ciudad. La guerra había estallado hacía dos años, dos años en los que no ha podido regresar a casa.

—Coronel Wu —Su general primero se acerca a él pidiendo permiso para hablar. Este hombre de tez pulcra asiente concediéndole así el permiso—. Este humilde ha investigado la posición de enemigo, los bastardos están dos pueblos al norte festejando su reciente victoria.

Las cejas en forma de espadas de este alfa se acicalan un poco, sabe que él está ahí, festejando su salvajismo y su belleza. El general le pregunta que quiere hacer, la mitad de sus hombres están ebrios y regados por todo el campamento, él está molesto; así que solo niega con la cabeza y toma su tarro para seguir bebiendo, su general se enfada y golpea la mesa con su puño cerrado, más no hace nada. A palabras de Wu no se puede hacer nada.

Y él con su largo cabello de seda, con sus ojos como esferas violentas se retuerce entre emociones bajas, se pone de pie y toma la botella de vino. Sus compinches lo miran un tanto extrañados, pero en realidad todos lo conocen y saben que es un hombre más bien taciturno, así que cada quien sigue en lo suyo... unos tratando de idear la forma de matar a todos esos barbaros demoniacos, otros solo beben mientras ocultan su vergüenza por la reciente derrota... Que de hecho es la primera en la campaña que dirige el coronel Wu, otros restan importancia al asunto y van en búsqueda de compañía femenina para ahogar sus penas o solo por el dulce libertinaje.