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Este capítulo ha sido editado el 26/11/2023. Sus cambios no alteran el curso de la historia.

 —¿Entonces tú eres el predestinado de Minho? —Ju-hi arrugó un poco la nariz— Eo, Akiho ¿Qué Minho está imbécil? Cuando dijo que no le gustaba su predestinado pensé que el tipo era horrible.

Jisung abrió los ojos y comenzó a reír por lo dicho. Hablando de Minho, ¿Dónde mierda estaba? Miró hacia todos lados logrando enfocarse así en Bang Chan y Félix. El omega estaba en cuclillas mientras Chan estaba sentado en el suelo con los piernas extendidas, estaban tan perdidos en su plática que no se percataban de lo que ocurría a su alrededor.

—Oye —habló Ji-hu haciendo así que el omega regresara la vista a ambos chicos—, está bien si el idiota de Lee Know no quiere estar contigo, yo puedo ser tu predestinado —El tipo pensó un poco y después siguió—. Bueno, por uno o dos días; a lo mucho una semana, no se me da bien eso de las relaciones largas.

Jisung volvió a reír, Akiho miró al beta y golpeó su frente con la punta de los dedos.

—Tengo hambre... larguémonos de aquí—El japonés se estaba impacientando, se giró hacia Félix y su acompañante—. Eo Yongbok, vayamos a cenar. Ellos pueden acompañarnos.

Entonces Félix asintió y se puso de pie, miró al alfa de tez blanquecina que seguía en el suelo, le extendió la mano y le ayudó a incorporarse.

—¿Nos iremos sin Lee Know? —preguntó Ju-hi, el cual ya había rodeado los hombros de Jisung con sus brazos.

—No lo buscaré Ju-hi. Él ya está grande, puede hacer lo que quiera.

El otro miró a Akiho con ojos de perrito abandonado, a lo que su amigo respondió estampando su mano extendida en toda la superficie de su acanelado rostro. No lo iba a hacer, no buscaría al alfa ya que el imbécil siempre se perdía en compañía de omegas bonitos o chicas que lucían como una jodida obra de arte, no más... estaba cansado de eso.

Después de acomodar los instrumentos en sus respectivos estuches, Akiho dio indicaciones para llevar las cajas a su camioneta; mientras tanto los chicos se pusieron de acuerdo con la cena. Ju-hi y Jisung se decidieron por una parrillada, Akiho no le importaba, salvo que fuera algo sustancioso y Félix y Chan seguían discutiendo sobre algo que no tenía nada que ver con los demás.

Los cinco estaban por salir por la parte trasera del lugar cuando Félix recordó a su chofer personal, su cuerpo se congeló en el acto y miró a Christopher, quien levantó una ceja y preguntó que sucedía. El omega lo miró con algo de inquietud, después observó a Jisung que de igual forma esperaba por él.

—Lo mejor sería ir en tu auto —soltó de repente.

—¿Seguro?

—Sí, la batería de Akiho es tan grande que iremos apretados.

El alfa frunció el entrecejo, sin embargo accedió. Lo tomó de su mano e hizo señas a Jisung para que los siguiera, Akiho y Ju-hi aceptaron y siguieron en lo suyo. Y después de nadar por esa marea turbulenta de cuerpos y feromonas chocando entre sí, salieron por la entrada principal. Afuera el frio escaldaba sus cuerpos un tanto húmedos a causa del sudor y de bebidas que habían volado por los aires mojándolos a todos.

Los chicos estaban por entrar al auto del alfa cuando escucharon una fuerte discusión a unos metros de distancia, Jisung y el omega rubio reconocieron de inmediato la voz, pero fue Jisung quien avanzó primero para encontrarse con el dueño de dicho sonido; giró un poco para poder adentrarse más al estacionamiento del teatro y entonces vio a su alfa en cuclillas. Él discutía con una chica:

【Paraísos artificiales】Where stories live. Discover now