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¿Por qué los seres humanos nos aferramos tanto al amor? ¿Por qué este sentimiento es tan poderoso que tiene la capacidad de destruir o fortalecer al individuo? Te envuelve en un torbellino casi mágico de sensaciones y emociones, pero ¡Peligro! No todas te favorecen, aunque también hay que determinar que el ser humano necesita un poco de desdicha en su vida, la desdicha trae consigo la oportunidad de saberse vivo, trae consigo introspección y esta, te lleva irremediablemente al autoconocimiento, y a la autoaceptación...

—Yo... yo no podría seguir aquí sin ti.

El omega abrazó a Minho por la espalda susurrando cosas bonitas en su oído, el amanecer llegó con ellos hablando sobre su adolescencia, sobre cómo conoció a Yongbok y las travesuras hechas en aquel entonces. Jisung rio demasiado, pero su corazón también se apretó cuando su novio le dijo cosas más bien tristes, cosas que pesaban en su alma y de las cuales parecía no haber una forma de olvidar.

El de mejillas abultadas acarició el cabello rebelde naciente de su nuca. Lo miró cautivo en sus ojos color chocolate y le siguió diciendo palabras que reconfortaron su cansada existencia, Minho lo rodeó con ambos brazos y besó una y otra vez sus mejillas.

El friolento amanecer los tomó en el gran jardín donde le hubo contado mucho sobre su vida. Le habló sobre la decisión de quedarse solo por el hecho de no ser capaz de cuidar de una criatura tan dócil como eran los omegas. Aceptó estar contento de haberlo hallado a pesar de que su alma solitaria se mostrara renuente algunas veces.

—¿Cómo crees que sea su relación? —preguntó mientras rosaba sus labios sobre la tersa mano de Jisung— Yongbok nunca lo va a reconocer.

Los pajarillos comenzaron a piar y a volar de un árbol a otro. Tenían que trabajar contra reloj porque más tarde el sol quemaría sus alas e impediría llevar alimento a sus nidos. Después llegaría el atardecer con ventiscas y quizá nieve y para ese momento, todos ellos tendrían que estar resguardados en su guarida de hojas y ramitas.

—Ellos no podrán mezclar sus feromonas —Su mirada se envició. Para él era difícil tener que aceptar este otro tormento para quien no hizo absolutamente nada malo en su vida.

—He visto como mi hyung lo mira, no creo que a él le importe. Pero, tú conoces a Félix ¿cómo lo tomará él?

—Félix tiende a dramatizar... quizá este otro acontecimiento sea una mierda para él. Cuando éramos adolescentes me habló de lo impresionante que le parecía poder mezclar ambas esencias para formar una.

-—¿Crees que no lo acepte?

-—¿Qué puedo decir yo? Lo prefirió sobre nosotros que hemos estado toda una vida a su lado.

—Te lo dije una vez, ¿recuerdas?

—No.

—Tú estabas en ese momento en el que me odiabas porque te crees superior y-

—No, no, espera. Yo nunca me creí superior, ese eres tú.

—No seas un bastardo y guarda silencio.

Minho alzó su labio mostrando así sus pequeños dientes de conejo, sus ojos se pusieron en blanco y soltó la pequeña mano. Su omega comenzó a reír por el berrinche que su alfa estaba haciendo.

—¿No me escucharás?

—Tú hyung no es de mi agrado... no sé si recuerdes, casi me rompe la nariz.

—Oh... como olvidar ese episodio.

—¡Jodete niño ardilla! —El hombre se cruzó de brazos y giró su cuerpo y rostro hacia la dirección contraria de donde se ubicaba él.

【Paraísos artificiales】Where stories live. Discover now